El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, describió el miércoles a las elecciones anticipadas como una oportunidad de unir al país, mientras lidia con la creciente violencia de bandas criminales y la inestabilidad política después de que disolviera la Asamblea Nacional.
El asediado líder gobierna por decreto luego de invocar un mecanismo constitucional el 17 de mayo llamado «muerte cruzada», con el que disolvió la Asamblea Nacional y adelantó elecciones, citando una crisis política y conmoción interna como justificación de la medida.
Los votantes elegirán tanto a su sucesor como a una nueva Legislatura el 20 de agosto, con una segunda vuelta presidencial el 15 de octubre en caso de ser necesario. «Este tiempo también nos ofrece una nueva oportunidad para avanzar hacia una concertación nacional», expresó a sus simpatizantes mientras entregaba un informe anual de su presidencia en Quito.
Después de asumir el cargo en 2021, Lasso, un exbanquero conservador, enfrentó una presión constante de la Legislatura controlada por la oposición, que estaba llevando a cabo un juicio político por sospecha de corrupción cuando el mandatario disolvió la asamblea, informó Reuters.
Lasso pidió a los ecuatorianos elegir a los mejores candidatos en los comicios de agosto, alegando que la mayoría de ciudadanos apoya su decisión de disolver la Asamblea Nacional de 137 miembros. «Nunca más un presidente de la República quedará a merced de una Asamblea que dedique su tiempo a conspirar e impedir que un gobierno avance en la agenda para el desarrollo del país», agregó, sin precisar si se presentará a las elecciones de agosto.
