El presidente Alberto Fernández explicó su decisión de no ir por un segundo mandato al explicar que enfocará su atención «en solucionar los problemas de los argentinos». Lo hizo desde Escobar, entre lágrimas, emocionado por haber entregado 57 viviendas en el barrio Phillips del municipio de Buenos Aires. «Hay muchos problemas», argumentó.
«He decido terminar mi mandato el 10 de diciembre porque hay muchos problemas en la Argentina, y no puedo estar abocado en una campaña. Tengo que estar abocado hasta el último día a resolver los problemas», reiteró en compañía del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti, y el intendente local, Ariel Sujarchuk.
En la misma línea, continuó: «Cuándo me preguntan, ¿por qué te bajaste? No me bajé de ningún lado, mi responsabilidad es que la Argentina pueda crecer, desarrollarse y que los argentinos encuentren trabajo». «¿Me conforma? No, hay salarios que mejorar. ¿Estoy tranquilo? No, porque la inflación es un problema y tenemos que combatirla. Para eso, no puedo ser candidato, tengo que ser presidente. Tengo que dedicar todo mi tiempo», completó el mandatario a semanas de haber hecho públicas sus intenciones de bajarse de la reelección y coordinar el armado electoral del Frente de Todos.
Entre lágrimas y con la voz temblorosa, remarcó: «No hay mayor alegría que trabajar para el pueblo, y todos los momentos difíciles que existen. Esos momentos se salvan en la sonrisa de ustedes, todo queda salvado. Todo vale la pena. Llevar una casa a quien lo necesita es generar condiciones de igualdad».
Alberto Fernández cargó contra la oposición
Por otro lado, el jefe de Estado cargó una vez más contra las políticas en materia de vivienda del exmandatario Mauricio Macri durante su gestión, y volvió a criticar, sin mencionar, al precandidato libertario Javier Milei. «En el Gobierno que me precedió la vivienda no era una prioridad, entregaron 14 mil viviendas, la decima parte de lo que entregamos. Se adjudicaron esas casas a gente que tuvo que tomar un crédito que se llamó UVA», puntualizó.
«Hay muchas voces que se escuchan en este tiempo que dicen que la solución es que el Estado no se meta. He escuchado decir cosas increíbles como que hay que privatizar las calles de las ciudades para poder transitarlas», planteó. Y concluyó: «Piensan ustedes que si para poder transitar una calle van a tener que pagar un peaje, ¿qué le va a importar a esa persona que ustedes tengan una casa? Piénsenlo, y ayúdennos».