Un incendio en la región de Extremadura, en el oeste de España, ha arrasado hasta 3.700 hectáreas y ha obligado a 600 personas a abandonar sus hogares, con un tiempo ventoso que complica los esfuerzos para controlarlo, informaron este viernes los servicios de emergencia.
«Hay rachas de viento bastante elevadas que hacen muy difícil las labores de extinción», dijo un comandante de la Unidad Militar de Emergencias, David Barona. Hasta 250 bomberos luchan contra las llamas en una zona llamada Pinofranqueado, en la provincia de Cáceres, cerca de la frontera con Portugal.
Las autoridades han ordenado la evacuación de 600 personas en los pueblos de Cadalso, Descargamaría y Robledillo de Gata. Las autoridades creen que el incendio pudo ser provocado intencionadamente. Un invierno inusualmente seco en algunas zonas del sur de Europa, después de tres años de precipitaciones por debajo de la media en España, ha aumentado el riesgo de incendios.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, el año pasado 493 incendios destruyeron en España la cifra récord de 307.000 hectáreas. Guillermo Fernández Vara, presidente de la región de Extremadura, expresó que «los esfuerzos para controlarlo se ven obstaculizados por vientos con ráfagas de hasta 60 kilómetros por hora y por el paisaje boscoso», replicó Reuters.
«Los pinos son botes de gasolina y las piñas son lanzallamas», dijo Fernández Vara, y agregó que suponía que el fuego se inició deliberadamente. «Quienquiera que lo haya hecho sabía lo que estaba haciendo, cómo hacerlo y cuándo hacerlo», agregó. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, canceló una visita a la región prevista para este viernes antes de las elecciones locales de la próxima semana.