Después de que él mismo anunciara que estaba escribiendo un libro sobre su hija, finalmente ‘Blanca: la Niña que Quería Volar’ fue publicado. Se trata del proyecto en el que se venía centrando Benjamín Vicuña, en el cual habla sobre su niña fallecida en el año 2012, después de que luchara contra una bacteria que provocó una neumonía hemorrágica.
Esta vez, desde la revista chilena Velvet, dieron a conocer algunos fragmentos del mismo, donde el actor contó cómo vivió su expareja y madre de la nena, Carolina Pampita Ardohain, la tragedia que los marcó para siempre. «En algún lado leí que después de la muerte de un hijo el setenta y cinco por ciento de las parejas se separan», afirmó.
«Es que es muy duro estar en ese círculo donde se retroalimenta el dolor. Tienes que brindarle consuelo a tu pareja y es imposible porque estás destruido, y a tu pareja le sucede lo mismo. No busco justificarlo, pero entiendo que también la tragedia nos separó», sostuvo Benjamín Vicuña en relación a lo que vivieron con la modelo y conductora.
«Me hizo avanzar algunos casilleros en el escalafón humano. Me transformó para siempre y también me dio una salida, porque me obligó a ver a la muerte de frente y a tomar conciencia de la vida. Durante los primeros meses, Carolina se despertaba todas las noches preguntando desesperada: ‘¿Dónde está Blanquita?’. Se levantaba de la cama, caminaba por el pasillo e iba a su cuarto«, sostuvo.
«La buscaba como una leona desesperada. Yo solo podía abrazarla, contenerla y responder: ‘Nuestra niña está bien, está en un lugar mejor’. Como una frase que se repite, como un texto aprendido de una escena mala. Cuando murió Blanca, ante mí se abrió una puerta que por apenas treinta segundos me permitió ver y entender todo. Pude ver desde la fragilidad lo pequeño que era este mundo, lo insignificante que era todo», se puede leer en el libro.