Unos 1,8 millones de personas en Montevideo y el área metropolitana corren serio riesgo de no disponer pronto de agua potable, ya que Uruguay padece la mayor sequía desde el comienzo de sus registros oficiales, hace 74 años. La cifra de habitantes representa prácticamente la mitad de la población total del «paisito», según una «autodefinición» popular en el país vecino.
Sin precipitaciones, solo queda agua para unos 18 días, advirtió este lunes el presidente de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero. Desde el 26 de abril, el organismo decidió agregar agua proveniente de un tramo del río Santa Lucía, salobre por la cercanía al estuario del Río de La Plata, informó NA.
Desde entonces, el agua de OSE pasó a tener niveles de hasta 440 mg/l de sodio y 720 mg/l de cloruro, muy por encima de la normativa vigente, que establece un tope de 200 mg/l y 250 mg/l, respectivamente. La actual situación dio lugar a decenas de recomendaciones tendientes al cuidado del agua potable como de la salud.
El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, afirmó que, con el aumento de salinidad, el agua de OSE «no es potable en la definición perfecta de potabilidad», aunque sí es bebible y consumible. «El agua no es potable en la definición perfecta de potabilidad, que son indicadores, pero cumple con las estrictas mediciones. Por lo tanto, lo que decimos es que el agua es bebible y consumible, ya que esa es otra definición», agregó.
Ante la dramática situación, el gobierno uruguayo también anunció ayer que brindará agua embotellada a la población más vulnerable. Uruguay, un país de casi 3,5 millones de habitantes, tiene más de la mitad de su población concentrada en esa área urbana y suburbana.