La Corte Suprema de Justicia decidió suspender las elecciones en Tucumán y San Juan para evitar la perpetuidad en el poder. Esta decisión de la Justicia molestó mucho al Gobierno nacional que salió de lleno contra el máximo tribunal. Además, todo el Frente de Todos reclamó contra los jueces menos Osvaldo Jaldo, candidato a gobernador por Tucumán en el oficialismo, que es acompañado por Juan Manzur como su vice.
El dirigente, lejos de sorprenderse o enojarse por lo sucedido, reveló por medio de un video como reaccionó ante tal medida. «La verdad que hemos trabajado ayer todo el día, fuimos a casa a almorzar y descansar. Una hora de siesta como todo hombre del interior, hombre de campo. Con el celular a la par mío, empezó a vibrar el teléfono, no lo atendía porque estaba descansado pero fue tanta la insistencia que lo atendí», indicó.
«Y bueno, salieron las primeras noticias, me avisó nuestra encargada de prensa de lo ocurrido. Apagué el teléfono, me di vuelta y dormí una horita más«, reveló Osvaldo Jaldo en una sorpresiva respuesta, muy alejada de lo que esperaban sus seguidores. Sería común escuchar que a un candidato al que le suspenden las elecciones a menos de una semana se enoje, aunque él pudo dormir mejor.
Además, agregó que «después nos hemos puesto de acuerdo para venir a la legislatura y tratarlo. Los que estamos en política lo tenemos que tomar como algo natural porque ya pasó en 2015 cuando nos denunciaron, en 2019 y en 2023 otra vez. La verdad que no me ha quitado el sueño ni desvelado, descansé una hora más», concluyó el dirigente del Frente de Todos que aspira a la gobernación en Tucumán.
¿Cómo lo tomó Sergio Uñac?
A su vez, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, tuvo una reacción diferente cuando se enteró de lo ocurrido porque estaba a la vista de todos. Durante un acto de cierre de campaña, el dirigente oficialista se encontraba aplaudiendo y cantando junto a sus militantes y un asesor se acercó para mostrarle la noticia acerca de la suspensión de las elecciones, según Tiempo de San Juan.
Instantáneamente, al funcionario se le borró la sonrisa de rostro, dejó de aplaudir y por algunos segundos se concentró de lleno en lo que leía. Luego de eso intentó remontar la situación, volviendo a los cánticos y a los aplausos, aunque todos a su alrededor notaron que algo particular estaba sucediendo y que había empañado ese momento.