La exprimera ministra de Reino Unido, Liz Truss, visitará Taiwán la próxima semana para reunirse con miembros de alto rango del gobierno autónomo de la isla. Durante su visita, la exlíder utilizará un discurso para aprovechar los comentarios hechos en las últimas semanas de que las democracias occidentales deberían endurecer su postura sobre China.
«Espero mostrar solidaridad con el pueblo taiwanés en persona frente al comportamiento y la retórica cada vez más agresivos del régimen de Beijing», explicó Truss en un comunicado. Ella describió a Taiwán como un «faro de libertad y democracia».
La postura de Truss sobre China choca con la de su sucesor, Rishi Sunak, quien ha tratado de adoptar un tono más suave, buscando lazos económicos con la segunda economía más grande del mundo. Al mismo tiempo, ha dicho que China representa «un desafío que define una época» para el orden internacional y se comprometió a «apoyar» a Taiwán para hacer frente a la agresión china.
El anuncio de la visita de Truss se produce días después de que se anunciara que James Cleverly podría convertirse en el primer secretario de Relaciones Exteriores de Reino Unido en visitar China en más de cinco años. Truss ocupó el poder durante solo siete semanas el año pasado antes de renunciar después de que sus políticas económicas causaran estragos en el mercado de bonos y derrumbaran la libra, informaron Bloomberg y Reuters.
Desde que dejó el cargo, ha pedido una postura más dura hacia China y pronunciará un discurso durante su visita a Taiwán el 17 de mayo. Gran Bretaña ha advertido contra el uso de la fuerza militar contra Taiwán por parte de China. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino dijo en respuesta que la mayor amenaza para la paz en el Estrecho de Taiwán eran los «actos separatistas de independencia de Taiwán y la connivencia y el apoyo de fuerzas extranjeras».