Rusia se unió a los otros miembros del Consejo Ártico en el compromiso de salvaguardar y fortalecer el organismo intergubernamental al entregar su presidencia a Noruega. Las reuniones de este grupo de ocho países, que incluye a Estados Unidos, se suspendieron desde que comenzó la invasión a gran escala de Ucrania el año pasado.
El traspaso de Rusia de la presidencia rotatoria tuvo lugar este jueves en un evento de bajo perfil realizado en Salekhard en el Círculo Polar Ártico y en línea. Las partes reconocieron «el papel histórico y único del Consejo Ártico para la cooperación constructiva, la estabilidad y el diálogo entre los pueblos de la región del Ártico» y reconocieron «el compromiso de trabajar para salvaguardar y fortalecer el Consejo Ártico», según dice un comunicado conjunto.
El Consejo Ártico es el principal foro intergubernamental para la cooperación en temas del Ártico, incluido el cambio climático, los problemas indígenas y la gobernanza. En el mes de junio, se anunció que se reanudaría el trabajo en los proyectos que no involucraran la participación rusa.
Alrededor de 70 proyectos, que representan aproximadamente la mitad del trabajo aprobado antes de febrero, se están ejecutando nuevamente. Noruega priorizará «los impactos del cambio climático, el desarrollo sostenible y los esfuerzos para mejorar el bienestar de las personas que viven en la región» durante su liderazgo de dos años, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt, según replicó Bloomberg.
A través de un mensaje de video, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, manifestó que el destino del consejo dependerá de «si podemos encontrar juntos formas de continuar un diálogo civilizado para preservar el Ártico como un territorio de paz, estabilidad y cooperación constructiva».