Este lunes, el ejército de Sudán llevó a cabo ataques aéreos a lo largo del río Nilo en el norte de la capital, Jartum, en su lucha por hacer retroceder a los combatientes rivales de las Fuerzas de Apoyo Rápido tras un mes de guerra en África, según informaron varios testigos.
Las intensas batallas en las ciudades de Jartum, Bahri y Omdurman se han recrudecido, a pesar de las conversaciones entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la ciudad de Yeda, con la mediación de Arabia Saudita y Estados Unidos. Las mismas están destinadas a garantizar el acceso de la ayuda humanitaria y un alto el fuego efectivo.
Aunque los combates se han extendido a la región occidental de Darfur, ya marcada por un largo conflicto de dos décadas, se han concentrado en la capital, donde los combatientes de las RSF han tomado posiciones en distintos barrios y el ejército ha utilizado ataques aéreos y fuego de artillería pesada contra ellos.
El líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, desmintió los rumores de que hubiera muerto o resultado herido en los combates. El general Abdel Fattah al-Burhan, líder del ejército sudanés, ocupó junto a Hemedti los puestos más altos del consejo de gobierno de Sudán tras el derrocamiento de Omar al-Bashir en 2019, tras lo que dieron un golpe de Estado dos años después, cuando se acercaba la fecha límite para entregar el poder a la población civil, informó Reuters.
La guerra estalló tras disputas sobre los planes de absorción por el ejército de las RSF y su cadena de mando en una nueva transición política. El conflicto ha provocado la huida de unas 200.000 personas a países vecinos y el desplazamiento de más de 700.000 dentro de Sudán, desencadenando una crisis humanitaria que amenaza con desestabilizar la región.