La inflación en Brasil continuó desacelerándose a principios de mayo, según mostraron este jueves datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), en una lectura que sorprendió a los mercados y es probable que ejerza más presión sobre el Banco Central para que baje las tasas de interés.
El índice de precios al consumidor IPCA-15 alcanzó el 4,07% en los 12 meses hasta mediados de mayo, desacelerándose desde el 4,16% del mes anterior y alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2020, según el IBGE. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que los precios al consumidor se acelerarían a 4,20% en el mes.
Las nuevas cifras surgen en medio de una intensa presión del presidente Lula da Silva sobre el Banco Central para que reduzca las tasas desde su máximo actual de seis años de 13,75%, un nivel que la entidad defiende como necesario para llevar la inflación de regreso al objetivo, pero que el líder izquierdista considera que obstaculiza el crecimiento económico.
Sin embargo, el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, ha rechazado los pedidos de tasas más bajas al decir que los precios al consumidor subyacentes siguen altos, mientras que las expectativas de inflación a largo plazo se mantienen alrededor del 4%, informó Reuters.
Los economistas privados encuestados semanalmente por el Banco Central actualmente ven que la inflación terminará este año en 5,8%, con el índice general anual ganando terreno en los próximos meses y desacelerándose a 4,13% para fines de 2024.
En el mes hasta mediados del mes de mayo, según el IBGE, los precios al consumidor subieron un 0,51%, frente al 0,57% del mes anterior. Se esperaba que el índice aumentara un 0,64%, según la mediana de las previsiones de un sondeo de Reuters.