Un campeón del mundo criticó a Sergio Romero por la pelea del Superclásico: "Fue vergonzoso" BOCA JUNIORS El Intransigente

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Un campeón del mundo criticó a Sergio Romero por la pelea del Superclásico: «Fue vergonzoso»

El exfutbolista de la Selección Argentina apuntó contra el arquero de Boca por su reacción.

Fuente: Boca Twitter oficial

Mario Alberto Kempes opinó sobre la pelea que se desató sobre el final del Superclásico en el Monumental y fue crítico con la actuación de Sergio Romero. La figura de la Selección Argentina, campeona del Mundial 1978, se mostró en desacuerdo con la reacción que tuvo el arquero de Boca con el mediocampista de River, Agustín Palavecino.

«¿Por qué Chiquito Romero, estando a 20, 25, 30 metros, tiene que salir despavorido? Yo no sé si es hincha de Boca, yo creo que sentirá la camiseta por el orgullo que es jugar en Boca, no voy a meterme en eso. Pero, simplemente, déjalo pasar», cuestionó el Matador, en diálogo con el Twitch de Olé, cuando le consultaron por la batalla campal ocurrida en la cancha de Nuñez.

¿O te creés que los de Boca no habrían hecho lo mismo si ellos hubieran convertido el penal a los 92 minutos?”, agregó, quien fue jugador del Millonario entre 1981 y 1982. Vale recordar que con la camiseta de la banda roja, el exfutbolista ganó el Campeonato Nacional del 81’, en el que anotó un decisivo gol en la final contra Ferro.

Por último, el cordobés sostuvo que el comportamiento de Palavecino no fue el adecuado, pero la reacción del arquero era innecesaria: «Está clarísimo que lo que hizo el de River no está bien, ya no lo vamos a discutir. Pero que venga Romero para armar todo el revuelo que pasó, eso sí que es vergonzoso. Y más él, que jugó en la selección y en equipos internacionales. Él tendría que ser el más tranquilo, ¿Qué quiso demostrar?».

Recordemos que la batalla comenzó cuando el mediocampista del Millonario le gritó el gol de penal de Miguel Borja en la cara a Nicolás Figal, mostrándole la camiseta y Sergio Romero corrió para reprocharle su desmedido festejo. Este enojo del arquero de la Ribera terminó de la peor manera: Corridas, empujones, piñas y hasta la intervención de la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Además, el partido estuvo detenido varios minutos y, tras la revisión del VAR, el juez Herrera decidió mostrar tarjetas rojas.

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