El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil condenó el miércoles al expresidente Fernando Collor de Mello a ocho años y diez meses de prisión por los delitos de corrupción y lavado de dinero. Ocho de los diez jueces de tribunal votaron a favor de su condena, cuya pena definitiva será confirmada por la corte la próxima semana, cuando concluya el juicio.
Según el Código Penal brasileño, el condenado con una pena mayor a ocho años debe comenzar a cumplirla en régimen cerrado. Sin embargo, el exmandatario brasileño solo será detenido después de la sentencia de los recursos presentados por su defensa, informó NA.
El exmandatario—de 73 años—, fue acusado de recibir 20 millones de reales entre 2010 y 2014 (4 millones de dólares al cambio actual) cuando era senador, para ‘viabilizar irregularmente contratos’ entre una constructora y la exfilial de Petrobras, BR Distribuidora.
El caso, que es una rama de Lava Jato, involucra a Collor y a los empresarios Luis Pereira Duarte de Amorim y Pedro Paulo Bergamaschi. Ambos también condenados: el primero a tres años de prisión en régimen abierto y el segundo a cuatro años y un mes de prisión en régimen semiabierto. La investigación cayó bajo el paraguas de la megacausa Lava Jato, que salpicó al conjunto de la clase política brasileña desde 2014.
Collor de Mello fue el primer presidente elegido por sufragio universal después del régimen militar (1964-1985), y renunció a su cargo en 1992, en medio de denuncias de desvíos y corrupción, y de un proceso de juicio político en el Congreso. Luego de haber cumplido una inhabilitación por ocho años para ocupar cargos públicos, retornó a la política en 2006, cuando fue elegido senador por el estado de Alagoas.