El gobierno de Gabriel Boric decidió implementar nuevamente el uso obligatorio de barbijo en las escuelas de Chile debido a una grave crisis sanitaria tras la muerte de siete bebés por un virus respiratorio. La ministra de Salud, Ximena Aguilera, calificó al contexto que atraviesa el país como «uno de los mayores brotes vistos en los años precedentes».
El desarrollo de un brote de virus respiratorio sincicial (VRS) dejó expuesta la falta de camas críticas pediátricas, que ahora se encuentra en un 92% de ocupación. Según las cifras compartidas por el Instituto de Salud Pública, hubo 18.728 casos positivos de virus respiratorios en lo que va de 2023, informó NA.
Frente a este escenario, las carteras de Salud y Educación tomaron la decisión de reimplantar una medida preventiva de la pandemia del coronavirus. La misma está destinada para todos los niños mayores de cinco años hasta que finalice la alerta sanitaria. La misma fue establecida para el 31 de agosto.
Con esto se busca disminuir la circulación del virus, que puede ser mortal para los menores de un año. La oposición cree que la medida no es suficiente y pidió el adelanto de las vacaciones de invierno. Las alertas se encendieron cuando una bebé de dos meses diagnosticada con VRS murió en junio, tras no encontrar cama para ser internada en el puerto de San Antonio.
Entonces se informó que el único cupo disponible estaba en la ciudad de Arica, en el extremo norte del país, a más de 2.000 kilómetros. Pero luego se supo que una clínica privada, parte del sistema integrado de camas críticas de la red asistencial, tenía lugares libres en Santiago. Este hecho provocó la renuncia del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos.
