El exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, siguió dividiendo a su país incluso después de su muerte, ya que la decisión del gobierno, que incluye a su antiguo partido, de honrarlo con un día de luto nacional este miércoles generó controversia. Berlusconi murió el lunes a los 86 años.
Se espera que su funeral de estado, en la Catedral de Milán, atraiga a varios miles de dolientes, incluidos dignatarios extranjeros y líderes políticos italianos. Algunos políticos de la oposición, incluido el expremier Giuseppe Conte, se negaron a asistir al servicio. En tanto, la exministra de centroizquierda Rosy Bindi manifestó que se estaba produciendo una «santificación inapropiada».
Los primeros ministros italianos han tenido funerales de estado en el pasado. Pero esta es la primera vez que se convoca un día nacional de luto para uno. Corresponde al gobierno declararlo. Berlusconi fue una figura muy divisiva que sentó las bases para otros empresarios convertidos en políticos como Donald Trump.
Afuera de la catedral, las multitudes que ondeaban las banderas del club de fútbol AC Milan Berlusconi solían corear «Silvio, Silvio» mientras su ataúd era llevado dentro de la catedral gótica de Milán, flanqueado por policías carabinieri vestidos ceremonialmente con cascos emplumados, informó Reuters.
En el interior había unos 2.300 dolientes, incluidas mujeres, políticos y empresarios que acompañaron al hombre durante su ascenso al poder y la riqueza. Entre ellos se encontraban, la primera ministra Giorgia Meloni. El día de luto no es un día festivo, sino un homenaje simbólico en el que las banderas ondean a media asta en los edificios públicos. El Parlamento Europeo y la Comisión Europea también decidieron presentar sus respetos de esta manera.
Descansará el mausoleo de su villa
El cuerpo de Berlusconi será incinerado y sus cenizas serán llevadas al mausoleo familiar en los terrenos de su villa en la ciudad norteña de Arcore, dijo a Reuters una fuente cercana a la familia. Después del funeral, el ataúd será devuelto a Villa San Martino, cerca de Milán, para esperar la cremación que tendrá lugar en el Templo Crematorio Valenziano Panta Rei, cerca de la ciudad de Alessandria.
Berlusconi contrató al escultor Pietro Cascella para construir el mausoleo a principios de la década de 1990. Lo construyó originalmente para enterrarse a sí mismo, a sus familiares y amigos. Pero luego descubrió que la ley solo permite que los cuerpos sean enterrados en cementerios públicos. Sin embargo, las cenizas se pueden colocar en el mausoleo.
Los medios italianos lo describieron como una estructura de mármol blanco con un depósito de cadáveres subterráneo. Un sarcófago hecho para Berlusconi se encuentra en el centro y un friso que representa cadenas está tallado en las paredes, con los anillos atados vistos como un símbolo de unión familiar.
Se avecina la sucesión
Su pareja, Marta Fascina, de 33 años, se unió a la familia Berlusconi en el banco delantero de la catedral de Milán durante el funeral. Marina, la hija mayor de Berlusconi y cabeza de familia de Fininvest, tomó la mano de Fascina cuando llegaron al funeral.
Ambos estaban llorando cuando el ataúd fue colocado ante el altar. Fascina tenía un lugar establecido en la familia. Ella y Berlusconi nunca se casaron, pero el año pasado intercambiaron anillos en una ceremonia simbólica y él la llamó públicamente su «esposa». Diputada del partido Forza Italia, se espera que ejerza su influencia en las decisiones sobre su legado político.
El negocio parece firmemente en manos de los hijos de Berlusconi, y algunos inversionistas apuestan a que ahora podrían buscar un socio para la cadena MFE-MediaForEurope o venderla a un rival más grande. Berlusconi tenía dos esposas y era conocido por su pasión por las mujeres. Le causó problemas cuando estalló el escándalo sexual «bunga bunga», que lo llevó a los cargos de prostitución de menores de edad, de los que fue absuelto en apelación.
Su esposa en ese momento, la exactriz Verónica Lario, se divorció de él debido al escándalo. Si bien asistió al funeral, pero no rindió homenaje público a su exmarido, a diferencia de la primera esposa de Berlusconi, Carla Elvira Dall’Oglio, quien lo llamó en un obituario de un periódico «un gran hombre y un padre extraordinario para nuestros hijos».
También estuvo presente otra ex, Francesca Pascale. Tuvo una relación de 10 años con Berlusconi, pero se separaron en 2020 y se encuentra en pareja con una cantante de pop italiana. Durante su larga y colorida vida, Berlusconi construyó una gran familia con cinco hijos, más de una docena de nietos y un bisnieto. Según Forbes, también deja tras de sí una fortuna valorada en unos 6.800 millones de dólares.
