El jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, negó este lunes que su agencia haya suavizado sus estándares en una investigación sobre actividades iraníes en el pasado, después de que Israel la acusara de «capitular ante la presión de Irán».
La disputa se centra en la investigación que el OIEA lleva a cabo desde hace años sobre el origen de las partículas de uranio halladas en tres instalaciones iraníes no declaradas, la mayoría de las cuales parecen haber estado activas hace unas dos décadas.
«Nunca jamás suavizaremos nuestros estándares. Mantenemos nuestros estándares, aplicamos nuestros estándares», declaró Grossi en conferencia de prensa, al ser preguntado por las críticas inusualmente duras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dirigió el domingo a su agencia.
Las agencias de inteligencia estadounidenses y el organismo de la ONU creen que Irán tenía un programa coordinado de armas nucleares que detuvo en 2003. Aunque las partículas se encontraron mucho más recientemente, el OIEA está obligado a buscar el origen del material nuclear que no se ha contabilizado. Irán niega haber buscado armas atómicas, informó Reuters.
El OIEA lleva mucho tiempo denunciando la obstrucción iraní a su investigación, lo que llevó a su Junta de Gobernadores, compuesta por 35 países, a aprobar el año pasado una resolución en la que se ordenaba a Irán el cumplimiento inmediato de sus obligaciones.
En un informe a los estados miembros la semana pasada, Grossi dijo que Irán había dado una explicación para los rastros de uranio empobrecido en un sitio, conocido como Marivan: la presencia de una mina y un laboratorio operado por un país que los diplomáticos dijeron que «era la Unión Soviética».
El informe, al que tuvo acceso Reuters, indicó que Irán dio una «posible explicación (…) Por lo tanto, la agencia en este momento no tiene preguntas adicionales sobre las partículas de uranio empobrecido detectadas en ‘Marivan’ o sobre la ubicación, y el asunto ya no está pendiente en esta etapa». Netanyahu dijo que la explicación de Irán es «técnicamente imposible» y añadió que «la capitulación de la agencia ante la presión iraní es una mancha negra en su historial».
