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El tiempo se agota y Uruguay se queda sin agua

Álvaro Delgado, secretario general de la Presidencia, señaló que «… Los uruguayos ya demostramos que somos capaces de superar emergencias».

Si bien no es un desierto, la sequía que atraviesa a Uruguay, tiene consecuencias palpables en la calidad de vida de los montevideanos y de una gran cantidad de habitantes del país charrúa. Situación que ha convulsionado las calles de la capital que en las últimas horas han registrado manifestaciones por la falta de agua potable.

Un país cuyos habitantes están acostumbrados a abrir la canilla y servirse un vaso de agua sin temor de beber un líquido contaminado está mutando, a otra realidad, donde al probar el agua se produce de inmediato un gesto de desagrado en quien la bebe. Esto se debe a un producto de la mezcla de los suministros con agua del estuario del Río de la Plata, informó NA

En rigor, debido a la sequía y a la crisis en las reservas, el gobierno de Uruguay decidió combinar agua dulce con agua del estuario del Río de la Plata para aumentar los niveles de suministro y, al mismo tiempo, realizó una extensa campaña de concientización para cuidar el elemento.

Álvaro Delgado, secretario general de la Presidencia, señaló que «… Los uruguayos ya demostramos que somos capaces de superar emergencias. Si reducimos el uso del agua, podemos sostener las reservas hasta que lleguen las lluvias que tanto necesitamos», según suele expresar en cuanto medio de comunicación puede.

Sin embargo, en los barrios de Montevideo, la ciudad más aquejada por la caída de las reservas, comenzaron las manifestaciones contra el gobierno de Luis Lacalle Pou. Lo acusan de inactividad y de no haber ejecutado las inversiones necesarias para paliar una posible contingencia climática.

Uruguay se queda sin agua

Para muchos manifestantes, la razón de esta crisis se debe a que el gobierno de centroderecha continuó con los planes de su antecesor, Tabaré Vázquez, que consideraba como vital desarrollar el plan bautizado, Presa de Casupá. En los planos se trata de una obra hidráulica que hubiera asegurado el abastecimiento de agua potable al área metropolitana.

Los estudios realizados se fundamentaban en la calidad del agua de la cuenca del río Santa Lucía. Los trabajos se remontan al año 2013 e involucraban a la empresa privada Aguasur y a la compañía estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) para identificar la alternativa más apropiada para el aseguramiento del abastecimiento de agua potable hasta el año 2045 en condiciones de calidad, cantidad y confiabilidad.

Pues bien, los expertos concluyeron que «la alternativa seleccionada es la de construir Presas en la cuenca alta del río Santa Lucía, con centralización en Aguas Corrientes. Esta alternativa es, de todas las estudiadas, la que presenta los mejores índices de regulación. Sin que haya que recurrir a la importación de agua de otras cuencas».

«La solución propuesta afirma que no existe déficit de agua, pero sí una carencia de regulación que permita almacenar aguas excedentarias para ser usadas en épocas de estiaje y que de otra forma se perderían inexorablemente en el Río de la Plata», agregaron. Este plan no fue puesto en práctica y hoy se traduce en fuertes reclamos de la oposición política a Lacalle Pou por no haberlo contemplado.