Contundente y muy directa. Y es que Cristina Pérez siempre se muestra dispuesta a decir lo que piensa y esta vez no la fue la excepción. De cara al cierre de listas en torno a las elecciones presidenciales, la conductora de «Cristina Sin Vueltas», el programa que lleva adelante en Radio Rivadavia, se refirió a lo que está sucediendo en el oficialismo.
Esto tiene que ver con la posible fórmula de Eduardo de Pedro y Juan Manzur. «Estamos ante un gobierno tan poco consustanciado con la realidad que antes de terminar el mandato ya se comporta como si fuera oposición. Nada tan claro como eso para marcar la terminalidad. El subtexto de salir a meter miedo de que gane la oposición es que tienen miedo de que gane la oposición. Proyección, dirían los psicoanalistas. Y parafraseando un texto sarmientino, incapaces de ser amados eligen ser temidos. Pero el miedo no junta votos», dijo.
«También podría decirse que el actual gobierno fue oposición desde que comenzó. Fue más oposición que gobierno. Porque se opusieron entre ellos en un juego de bloqueos de unos contra otros, que convirtió la gestión en el pantano de una interna. Que termina de forma brutal, entre traiciones y trampas. Posdata, hablar con Scioli y con Massa. La fórmula Wado de Pedro – Juan Manzur es casi una rendición de Cristina a la imposibilidad de sumar más que el núcleo duro», señaló.
Tajante
Sin tapujos, Cristina Pérez fue por más. «Es una fórmula que sólo asegura lo que ya hay. La alianza del peronismo feudal de Tucumán y el mundo K bonaerense no ofrece campos magnéticos hacia ningún segmento de centro del electorado. Solamente el miedo a un desastre vuelve a las personas tan conservadoras. Y la decisión de Cristina es una decisión conservadora en todo sentido», apuntó.
«A Daniel Scioli buscaran neutralizarlo con el aparato y no le quedará otra que intentar captar votos afuera del peronismo si es que su candidatura se mantiene en pie. Pero en un escenario de ballotage, Wado de Pedro, si llega, la tiene complicada con cualquiera que tenga en frente. Es una fórmula para perder, pero con las botas puestas, conservando la identidad. Tendrá su candidato de lo que ella llama la generación diezmada y del movimiento de ocupación del estado y sus cajas más conocido como La Cámpora, que siempre fue su más fiel círculo áulico», manifestó.
De este modo, Cristina Pérez continuó con su análisis. «Wado es uno de sus pocos incondicionales. Un candidato de la mesita de luz al que le suma el referente de la capital del peronismo que es Tucumán, ya que es el distrito más importante donde ganó el peronismo las elecciones de 2021, que aunque muchos olvidan, perdieron en la provincia de Buenos Aires. Cristina siempre supo que el mejor candidato, el que más hambre y posibilidades tenía de cara a una segunda vuelta era Sergio Massa, porque a pesar de ser ministro de una economía devastada tenía chances de sumar votos desde el centro del mapa ideológico», lanzó.
«Pero tuvo terror de una experiencia similar a la de Alberto Fernandez. Y le da mucha desconfianza su buena relación con parte del establishment. La decisión de romper su acuerdo tácito con Massa aún no sabemos qué costos puede tener. El otro detalle sintomático es que la decisión se tomó a último momento, entre muchas cavilaciones y titubeos. No tener un buen candidato, es no poder ofrecer futuro, en un gobierno que ya aparece inútil para ofrecer mero presente», finalizó.