España apelará a la ambición del presidente francés Emmanuel Macron de convertir a la Unión Europea en un «tercer polo» en los asuntos mundiales en su intento de conseguir el vital respaldo de Francia a un estancado acuerdo comercial del Mercosur, según tres altas fuentes gubernamentales y diplomáticas.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cree que tiene una oportunidad para reactivar el tratado de libre comercio con Mercosur —congelado desde hace cuatro años— durante la próxima presidencia española de turno de la Unión Europea, debido a sus estrechas relaciones con los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y Argentina, Alberto Fernández, según fuentes gubernamentales y diplomáticas.
Sánchez, que hará campaña por la reelección en su país, planea anunciar los próximos pasos en una cumbre regional los días 17 y 18 de julio, al comienzo de su presidencia de Europa, según dos fuentes diplomáticas comunitarias y dos fuentes del Gobierno español. Macron ha abogado por impulsar la «autonomía estratégica» del bloque.
En abril, dijo que el bloque de 27 Estados podría convertirse en un «tercer polo» en los asuntos mundiales, junto a Estados Unidos y China. Sánchez intentará convencerlo de que el pacto con Mercosur ayudaría al bloque a ampliar sus alianzas con otros países abiertos y democráticos, así como a «reequilibrar» el mapa geopolítico, según Reuters.
La Unión Europea y Mercosur acordaron en principio el acuerdo comercial en 2019, tras dos décadas de conversaciones intermitentes. Pero antes de que entre en vigor, los bloques están negociando una llamada «carta complementaria», que exige más compromisos en materia de cambio climático y biodiversidad.
Desde el punto de vista económico, la Unión Europea quiere obtener un mayor acceso a los productos manufacturados, especialmente los automóviles, que se enfrentan a aranceles del 35%. Quiere liberar a sus empresas para que puedan competir en licitaciones públicas y vender más productos como vino y queso. Por su parte, Mercosur quiere aumentar sus exportaciones de productos agrícolas y minerales a Europa.
Lula, un actor clave
El impulso para el acuerdo se había desvanecido después de que el exmandatario Jair Bolsonaro, que compartía la desconfianza del estadounidense Donald Trump hacia los acuerdos de libre comercio. Pero su sucesor, Lula da Silva, mantiene una estrecha relación con Sánchez y ha participado directamente en la reactivación del acuerdo.
«Queremos ser más influyentes en este cambio geopolítico que se está produciendo», dijo Lula en una visita a España en abril. «Si hay una oportunidad, es ahora. Europa necesita aliados», agregó. El propio futuro político de Sánchez está en duda, después de que convocara unas elecciones generales anticipadas para el 23 de julio tras los malos resultados de su partido socialista en las elecciones autonómicas y municipales del mes pasado.
Pero el conservador Partido Popular español —favorito en las encuestas— apoya el acuerdo con Mercosur. Dos fuentes diplomáticas europeas y una alta fuente del PP dijeron que no ven muchos cambios en la política si Sánchez no es reelejido presidente. Sin embargo, en Sudamérica hay cierta resistencia a reactivar el pacto.
El Gobierno de izquierdas de Argentina también afirma que el acuerdo de 2019 —negociado por un Gobierno anterior de centro-derecha— está desequilibrado porque favorece las exportaciones europeas. Considera que, si bien los añadidos no ayudan a las negociaciones, podría abrir debates para corregir otros desequilibrios del acuerdo.