Este jueves, Estados Unidos impuso sanciones a empresas a las que acusó de alimentar el conflicto en Sudán, aumentando la presión sobre el ejército y una fuerza paramilitar rival para que detengan los combates en Jartum y otras regiones. El Departamento del Tesoro anunció que apuntó a dos empresas vinculadas al ejército sudanés y dos empresas vinculadas a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), paramilitares rivales.
«No dudaremos en tomar medidas adicionales si las partes continúan destruyendo su país», dijo un alto funcionario de la administración estadounidense, quien informó bajo condición de anonimato. «El ataque a las empresas está lejos de ser simbólico», explicó, y agregó que las medidas tienen como objetivo cortar el acceso de las partes a armas y recursos que les permitan perpetuar el conflicto.
El conflicto, que estalló el 15 de abril, mató a cientos de personas, obligó a más de 1,6 millones a huir y convirtió una de las ciudades más grandes de África, la capital de tres partes de Jartum, Omdurman y Bahri, en una zona de guerra. Los residentes confirmaron que se podía escuchar este jueves fuego de artillería pesada en el norte de Omdurman y disparos intermitentes en el sur de Bahri.
Los enfrentamientos también continuaron cerca de un mercado en el sur de Jartum, donde al menos 19 personas murieron y 106 resultaron heridas el miércoles. Estados Unidos, junto con Arabia Saudita, ha liderado los esfuerzos para tratar de asegurar un alto el fuego efectivo, aunque ambas partes han violado una serie de treguas, informó Reuters.
Las empresas sancionadas
La acción de este jueves, las primeras medidas punitivas impuestas en virtud de una orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense Joe Biden en mayo, impuso sanciones a la empresa de defensa más grande de Sudán, Defense Industries System, que según el Tesoro genera ingresos estimados en 2.000 millones de dólares, y fabrica armas y otros equipos para el ejército de Sudán.
La compañía de armas Giad, también conocida como Sudan Master Technology, también fue sancionada. Del lado de RSF, Washington impuso sanciones a Algunade, que dijo está involucrada en la extracción de oro y está controlada por el comandante de RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, y su hermano; así como a Tradive General Trading, que manifestó que es una empresa fachada controlada por otro hermano e involucrado en la adquisición de vehículos para las RSF.