La situación de disconformidad social en Francia crece día a día. Hoy están atravesando la tercera jornada de protestas en todo el país por la muerte de Nahuel, un joven de 17 años que fue abatido por la policía. A partir de esto, diferentes grupos sociales comenzaron a manifestarse de manera pacífica en las calles pero la violencia comenzó a crecer y terminaron en una violenta noche de saqueos e incidentes.
El epicentro del conflicto es en Nanterre, donde ocurrió este crimen. Sin embargo, las disputas callejeras se están dando a lo largo de todo el país, donde los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y los incendios contra edificios y comercios ya se transformaron en algo habitual. Frente a esto, parte de la sociedad salió a saquear locales en medio de los disturbios.
En Nantes, por ejemplo, un supermercado fue completamente vaciado luego de que incrustaron un automóvil por la vidriera principal. Lo mismo sucedió en otros negocios de renombre como Nike, Adidas o Luis Vuitton en el centro de París. Frente a esto, el Gobierno de Francia anunció el despliegue de 40.000 policías y gendarmes para contrarrestar los avances de los grupos sociales.
¿Qué fue lo que pasó en Francia?
El origen de esta escalada de violencia inició hace tres noches atrás, cuando un joven francés de 17 años, identificado como Nahuel, iba conduciendo su automóvil, supuestamente, de manera peligrosa. Un policía intentó detenerlo y luego de que el chico no acató la orden del efectivo, este sacó su pistola y realizó un disparo que le atravesó el abdomen y lo dejó sin vida instantáneamente.
El auto que iba conduciendo se estrelló y la bala atravesó el brazo y el tórax del hombre al volante. Frente a esto, desde el Gobierno cuestionaron el accionar del agente y pusieron a disposición de la Justicia los videos que muestran el momento exacto del altercado y cómo fue el trabajo que realizó el policía para detener la marcha de Nahuel.
Si bien la Justicia se está encargando de ello, parte de la sociedad salió a las calles a reclamar la represión de este agente y el mal trato que tienen las fuerzas de seguridad con la gente de barrios más pobres o no céntricos. Es por ello que los reclamos no son solo en el lugar del hecho, sino en todos los centros urbanos que tiene Francia.