El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y un alto responsable palestino conversaron sobre la violencia en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania. Según la oficina de Gallant, el ministro le tranquilizó sobre la intención de Israel de reprimir las revueltas de los colonos judíos.
Tanto la llamada telefónica como el anuncio de su celebración fueron inusuales para el Gobierno nacionalista religioso de Israel y se produjeron tras las crecientes muestras de preocupación de Estados Unidos por la situación en Cisjordania, una de las zonas en las que los palestinos, con apoyo extranjero, buscan la creación de un Estado.
Un ataque armado de Hamás en el que murieron cuatro civiles israelíes a las afueras de un asentamiento en Cisjordania desencadenó días de violentas incursiones en pueblos y ciudades palestinos por parte de grupos de colonos judíos. Doce sospechosos han sido detenidos por estos últimos incidentes, según la policía israelí.
«Israel ve con gravedad la violencia infligida a civiles palestinos en los últimos días por elementos extremistas», dijo Gallant a Hussein Al-Sheikh, uno de los responsables de la Organización para la Liberación de Palestina. «Israel aplicará todo el peso de la ley a los alborotadores», añadió, según el comunicado, replicó Reuters.
15 meses de enfrentamientos
No hubo comentarios inmediatos de la oficina de Al-Sheikh. Las fuerzas israelíes intensificaron las redadas contra presuntos militantes palestinos en los últimos 15 meses. El ejército seguirá actuando «donde sea necesario», declaró Gallant. También describió la pacificación de Cisjordania como su interés común con Al-Sheikh.
El presidente israelí, Isaac Herzog, cuyo papel es principalmente ceremonial, también habló con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, con motivo de la festividad musulmana de Eid al-Adha, según un comunicado de la oficina de Herzog. El mandatario «subrayó su denuncia inequívoca del reciente asalto a palestinos inocentes por parte de extremistas».
