Un avión vinculado a Yevgeny Prigozhin, jefe del los mercenarios rusos del Grupo Wagner, llegó a Bielorrusia procedente de Rusia este martes. Probablemente, llevándolo al exilio tres días después de que liderara un fallido motín contra el ejército ruso.
El sitio web de seguimiento de vuelos Flightradar24 mostró un avión Embraer Legacy 600, con códigos de identificación que coinciden con un avión vinculado a Prigozhin en documentos de sanciones de Estados Unidos, descendiendo a altitud de aterrizaje cerca de la capital bielorrusa, Minsk.
Poco después, la agencia de noticias estatal rusa RIA informó de que las autoridades han archivado una causa penal contra el grupo Wagner de Prigozhin, porque «los participantes (en el motín) cesaron las acciones directamente encaminadas a cometer el delito».
En virtud de un acuerdo alcanzado a última hora del sábado que desactivó la crisis, el Kremlin afirmó que los combatientes que participaron en el motín no serían procesados. Prigozhin dijo que iría a Bielorrusia invitado por su presidente, Alexander Lukashenko. Pero no se hicieron públicos los detalles de su viaje al exilio y su paradero permaneció sin confirmar durante tres días, informó Reuters.
La última vez que se lo vio en público fue el sábado por la noche, sonriendo y saludando a los transeúntes mientras salía de Rostov en la parte trasera de un todoterreno, tras ordenar a sus hombres que se retiraran. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que los líderes del motín habían traicionado a su patria, aunque no mencionó a Prigozhin por su nombre.
Prigozhin es un exconvicto de 62 años, antiguo aliado de Putin y cuyas fuerzas han librado las batallas más sangrientas de la guerra de Ucrania. Había manifestado que el motín salvará a su grupo, tras recibir la orden de ponerlo bajo el mando del Ministerio de Defensa ruso.