Este miércoles, los precios al consumidor en Brasil se desaceleraron más de lo esperado en mayo, mostraron datos del Gobierno, y la inflación a 12 meses registró su nivel más bajo en más de dos años, al caer por debajo de la marca del 4% por primera vez desde finales de 2020.
Las cifras parecen agregar peso a los llamados del Gobierno y los empresarios para que el Banco Central baje las tasas de interés desde su actual máximo de seis años del 13,75%. La inflación anual en la mayor economía de América Latina se situó en el 3,94% en mayo, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), por debajo del 4,18% del mes anterior, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2020.
También se situó por debajo de la media prevista en un sondeo de Reuters entre economistas, de 4,04%. El Banco Central de Brasil ha mantenido su tasa de referencia en 13,75% desde septiembre para controlar la inflación, lo que generó críticas del presidente Lula da Silva, quien considera que obstaculiza el crecimiento económico.
El jefe del Banco Central, Roberto Campos Neto, explicó esta semana que todavía había «un problema» con los pronósticos de inflación a largo plazo, ya que una encuesta del organismo no prevé que los precios alcancen su objetivo hasta más allá de 2024, a pesar de que se espera que comiencen a disminuir pronto, informó Reuters.
El Banco Central actualmente apunta a una inflación de 3,25% para 2023 y 3% para 2024 y 2025, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales en ambos lados. Los precios al consumidor medidos por el índice de referencia IPCA, añadió el IBGE, subieron un 0,23% en el mes, un mínimo de ocho meses, y también por debajo de las previsiones del mercado del 0,33%.