Más problemas para Jair Bolsonaro: encuentran planes para un golpe militar en el teléfono de su asistente MUNDO El Intransigente

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Más problemas para Jair Bolsonaro: encuentran planes para un golpe militar en el teléfono de su asistente

En enero se encontró un documento similar, menos detallado, en la casa del exministro de Justicia Anderson Torres.

La Policía Federal de Brasil encontró en el teléfono de un asistente del expresidente Jair Bolsonaro, teniente coronel Mauro Cid, un documento detallado de planificación de una intervención militar para bloquear el traspaso del poder en las elecciones del año pasado, informó la revista Veja. No estaba claro quién escribió el documento y si llegó a manos de Bolsonaro.

En enero se encontró un documento similar, menos detallado, en la casa del exministro de Justicia Anderson Torres, parte de una creciente evidencia de que los miembros del círculo íntimo de Bolsonaro estaban buscando formas de impedir que Lula da Silva asumiera el cargo y despojar a los altos cargos de los tribunales federales de Brasil.

Según publicó la revista, un documento policial mostró que el plan se encontró en el teléfono de Cid, uno de los asistentes personales presidenciales. Desde enero se desempeñaba como ayudante después de su renuncia. Cid se encuentra actualmente bajo arresto como parte de una investigación sobre la supuesta falsificación del carnet de vacunación del coronavirus de Bolsonaro.

El abogado de Cid, Bernardo Fenelon, no respondió a una solicitud de comentarios de la agencia Reutera. Según Veja, el documento de tres páginas proporcionó una hoja de ruta sobre cómo bloquear la toma de posesión de Lula. Utilizando a los militares como una «fuerza moderadora».

Para justificar tal ruptura institucional, el documento alegó acciones inconstitucionales del poder judicial y de los medios de comunicación para favorecer a Lula. El documento pide la nominación de un «interviniente» con poder sobre las fuerzas armadas y todas las agencias federales de seguridad pública de Brasil.

Los jueces infractores en la Corte Suprema y el tribunal electoral federal serían investigados, removidos y reemplazados. El tribunal electoral reformado luego supervisaría nuevas elecciones que solo se llevarían a cabo una vez que el ejército hubiera decidido que se había restablecido el orden constitucional.

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