El piloto que realizó la polémica maniobra con el nuevo avión presidencial rompió el silencio. Se trata de Leonardo Barone, quien rechazó todas las críticas recibidas al asegurar que su maniobra estaba “controlada” y “reviste cero peligro”. No obstante, admitió que “en términos políticos no era el momento”. La aeronave recientemente adquirida por la Casa Rosada lleva el nombre ARG 01 y es una Boeing 757 que costó US$ 25 millones.
“Traíamos un avión a la flota nacional y es una maniobra controlada, que reviste cero peligro. Entendimos que era la bienvenida que tenía que tener”, precisó Barone. De esta manera, explicó que eso se hace habitualmente cuando se incorpora una aeronave a una flota o cuando se retira un comandante. Sin embargo, diferentes especialistas en aviación coincidieron en objetar el momento y las condiciones en que se ejecutó la maniobra, ya que era un día de baja visibilidad.
Por ese vuelo rasante, la Casa Rosada -a pedido de la Justicia- abrió un sumario contra Barone y Juan Pablo Pinto, el otro piloto de la aeronave, que se tramitará ante la Procuración General del Tesoro para determinar cómo fue el accionar de ambos. “Todo se hizo con autorización. No hago nada sin ella. La pasada es absolutamente legal. Hay videos, está todo documentado”, dijo Barone en declaraciones a un matutino porteño, según recopiló NA.
Más detalles de la arriesgada maniobra con el flamante avión presidencial
El también titular de la Dirección General de Logística de la Subsecretaría de Planificación y Servicios dio más detalles de la maniobra cuestionada: “Estábamos solos, vacíos, arriba de una pista. No se hizo nada en otro lado. La repercusión que tuvo fue negativa, desinformando a la gente”. “Eso en términos de comunicación; en términos de aviación nadie hizo nada fuera de lo permitido. No hubo incidentes. No hubo nada”.
“Hubo videos y con eso salieron a destrozarnos. Está el perfil de vuelo, se pidió autorización, es todo público. Todo es demostrable. ¿Dónde está el delito?”, planteó. Barone remarcó que los autorizaron “hasta la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA)” y reveló que se enteraron de la repercusión que tuvo el hecho cuando ya habían llegado a sus casas y vieron los informes de televisión, en lo que considera que es una muestra más de que el problema no fue a nivel aeronáutico sino “mediático y político”.
“Tengo 4.000 horas de vuelo. Con eso y todas las habilitaciones sobra para volar un avión. En aviación no pasa por la cantidad de horas de vuelo, es un dato más. Yo no compré la licencia. Tengo licencia para cada tipo de avión. ¿Qué más necesito? Es ridículo. Tengo cero accidentes y cero incidentes. Volé por todo el mundo. Soy idóneo”, aseguró el piloto Barone.
Sobre la maniobra, Barone sostuvo que “en términos profesionales se hizo todo lo que se tenía que hacer”, pero admitió que “en términos políticos no era el momento”. “No evalué esa situación. Veníamos felices, con el avión nuevo en una fecha patria”, reveló. Barone llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2019, con Alberto Fernández, y fue el piloto que llevó recientemente a la comitiva nacional hacia China para la gira comercial encabezada por el ministro de Economía Sergio Massa.