Tini Stoessel vive un gran presente musical por sus lanzamientos que llegaron a los charts de Argentina y Latinoamérica. No obstante, no todo es felicidad en la vida de la intérprete de «Cupido» y recientemente se sinceró sobre el mal momento que atraviesa a nivel anímico del que se está recuperando con la ayuda de sus seres queridos, entre ellos, Rodrigo de Paul.
En un reciente show en Barcelona, Tini Stoessell se quebró y le confesó a su público que dudó de la posibilidad de realizar el show: «Hace tres semanas veía muy lejano poder volver a subirme al escenario». “Fue una meta que me puse en mi cabeza”, agregó la intérprete con la voz entrecortada por las lágrimas.
A pesar de su malestar, la famosa destacó su logro: “Poder estar acá es un logro. Gracias a ustedes, por todo el amor que me dan”. Tras ese suceso, Tini Stoessel le concedió una nota a un medio español y allí detalló que sufrió varios ataques de pánico en los últimos meses: “Literalmente hace tres semanas estuve en un proceso de tocar fondo”.
«No me podía levantar de la cama. Tenía ataques de pánico, por diferentes razones, mías, personales. No me veía capaz de dar una entrevista, de volver a peinarme, y fue pensar en tener esta gira en España, donde tengo una comunidad enorme, y saqué fuerza para alcanzar esa meta”, aseguró posteriormente.
Además, Martina reconoció que el acompañamiento de su gente más querida fue un empujón importante para «salir del pozo». “Me ayudan mis amigas, que viajaron conmigo, mi novio, mi psicóloga, con la que hace dos meses que estoy en terapia todos los días. Y acá estoy”, dijo la artista a modo de conclusión.
Tini sobre la salud mental
Antes de su crisis, Stoessel habló de la importancia de la terapia psicológica en su vida y se ocupó de quitarle el estigma a la práctica: «A nivel personal tuve un proceso de mucha introspección, más allá de mis amigas, que una ayuda profesional es completamente importante, es ahí donde empiezo a encontrar el equilibrio. Antes guardaba mucho y no dejaba hacer entender a mi cuerpo, ahora no me enfermo tanto porque hablo, verbalizo lo que me sucede».