El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, vivió un incómodo momento en la ciudad de Brandsen. Mientras realizaba una entrega de 172 escrituras a vecinos del lugar y una ambulancia de alta complejidad, una mujer lo increpó gracias a que pudo eludir los controles de seguridad. Aunque primero se acercó tranquilamente y hasta le estrechó la mano al mandatario provincial, al instante intentó tomar el micrófono por la fuerza.
Estaban presentes en el lugar el intendente de la localidad Daniel Cappelletti y distintos funcionarios del distrito cuando sucedió el hecho. La reacción de los demás presentes fue casi momentánea. Primero se acercaron dos hombres y, cuando la mujer intentó tomar el micrófono para dirigirse a las autoridades, más personas la acorralaron y la llevaron a un costado mientras gritaba.
¿Cuál era el reclamo para Axel Kicillof?
Según recapitularon distintas grabaciones, la mujer de aproximadamente 40 años se acercó al atril del gobernador justo cuando realizaba críticas al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Según se logra escuchar apenas se estrechan la mano, le adelanta que quiere decir algo cuando termine de hablar. “Esperame, esperame un segundo”, le dijo Axel Kicillof, sorprendido por la interrupción.
Axel Kicillof se quedó quieto durante todo el episodio, incluso cuando la persona fue reducida en el suelo por al menos cinco personas. Cuando logró volver a tener el control del micrófono en sus manos, le dijo a su seguridad: “Dejenla, dejenla”. Según notificó TN, la agresora gritó que «el hospital no tenía médicos», refiriéndose al hospital local Francisco CARAM, y que el Gobierno del dirigente peronista «aplaudía la polenta».
“No hay hospitales, no tenemos seguridad” y “los chicos no aprenden nada en el colegio”, agregó en su protesta. Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno, y Jésica Rey, ministra de Comunicación, hablaron con la prensa minutos después del hecho. “Era gritar por gritar. En ningún momento quiso decir si tenía algún problema puntual. Finalmente, después de varios minutos intentando dialogar, dijo que se iba. Tampoco quiso esperar cuando se le aclaró que no tenía problemas el gobernador en atenderla”, detallaron.