Los asalariados registrados del sector privado perdieron un 13% de poder de compra con respecto al 2017, en el caso de los trabajadores del sector público, esta cifra alcanza el 20%, mientras que los trabajadores no registrados del sector privado enfrentan una pérdida del 28%. Además, los jubilados y pensionados han visto reducir sus ingresos en un 35% en los últimos 6 años. La Argentina sigue en picada y el salario mínimo no mejora desde el 2015.
Según datos de la agencia NA, esta situación de decadencia salarial se traduce en un aumento de la tasa de pobreza entre los trabajadores ocupados, pasando del 25% en 2019 al 30% en la última medición. Ante este panorama, el poder adquisitivo se presenta como un desafío para el oficialismo en las próximas elecciones, y el resultado de las PASO será clave para medir el sentir votante en todo el país.
El salario mínimo también ha sufrido una tendencia negativa ubicándose un 33% por debajo del nivel de 2015, si se observan los datos finales del 2022. Con la economía encaminándose a la recesión, se proyecta que el consumo privado caerá un 1,6% en 2023 debido a la menor capacidad adquisitiva de las familias y la inflación se estima ráen un piso del 130%.
Los números en el mercado laboral no benefician al oficialismo. En cuanto a los asalariados registrados del sector público, alrededor de 3,5 millones de personas, han experimentado una pérdida del 20% en su poder de compra desde 2017. Aunque han logrado una recuperación del 5% desde finales del 2021, aún se encuentran un 8% peor que en la previa electoral del 2021.
Los trabajadores no registrados del sector privado, un grupo de unas 5,5 millones de personas, han sido los más afectados, con una caída del poder de compra del 28% en relación a los valores de 2017. Aunque la información sobre este grupo es más rezagada, es probable que sus ingresos se mantengan en niveles similares a los de la previa de las elecciones legislativas del 2021.
Argentina baja en ingresos: los jubilados también perdieron
Sin lugar a dudas, el grupo más afectado por la pérdida de poder adquisitivo es el de los jubilados y pensionados. En el período entre 2017 y 2019, el haber mínimo y medio bajó un 18% y un 15% respectivamente. Desde 2019 hasta la fecha actual, se ha sumado una caída real del 24%, lo que representa una pérdida del 35% y el 34% de poder adquisitivo respectivamente en comparación con 2017.
Ante este panorama, el Gobierno nacional deberá enfrentar el desafío de recuperar la confianza de los ciudadanos en materia económica y social. El ajuste del mercado laboral se ha realizado principalmente a través de los ingresos reales, lo que ha llevado a una situación en la que hay empleo, pero los salarios no son suficientes para mantener el nivel de vida de los trabajadores. En este contexto, el poder adquisitivo se convierte en un tema clave en las próximas elecciones.