Los tres policías acusados por el asesinato de Lucas González, futbolista de Barracas Central que viajaba en un automóvil en noviembre de 2021 junto a tres compañeros, fueron condenados a cadena perpetua. Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva recibieron la condena este martes, mientras que seis policías fueron condenados por encubrimiento y otros cinco quedaron absueltos en el juicio.
Condenados por «odio racial»
Si bien los fundamentos se leerán en agosto, el tribunal decidió la condena a prisión perpetua debido a un quíntuple agravamiento al ser cometido «con arma de fuego, por odio racial, alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y abusando de su función siendo integrante de las fuerzas de seguridad».
El crimen de Lucas González
En el hecho, los policías, sin identificarse, atacaron el auto en el que viajaba Lucas González, de entonces 17 años, junto a sus compañeros Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca, quienes quedaron detenidos una noche acusados de haber iniciado un «enfrentamiento». También fueron condenados por «tentativa de homicidio» de los tres jóvenes que sobrevivieron. Mientras que seis policías fueron hallados de encubrimiento al intentar plantar un arma para culpar a los jóvenes.
Roberto Orlando Inca, Juan Horacio Romero, Fabián Alberto Du Santos y Rodolfo Alejando Ozán recibieron seis años de prisión. Héctor Claudio Cuevas fue condenado a cuatro años y Sebastián Jorge Baidón a ocho años por torturar a los amigos de Lucas. Por su parte, Ramón Jesús Chocobar, Daniel Alberto Santana, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa fueron absueltos.
«Por más que tengan la condena que tengan nosotros no lo vamos a ver más a Lucas», dijo antes del veredicto Julián Salas, uno de los amigos de Lucas que iban en el auto, en diálogo con Radio La Red. El futbolista hoy entrena en Argentino de Quilmes y busca cumplir el sueño que tenía Lucas de jugar en primer. «Ojalá hubiese sido el año pasado en Barracas que era lo que más queríamos».
«Vamos a cumplir el sueño que tenía él de llegar a primera. El año pasado fue duro ir a entrenar a Barracas, porque era el lugar en que no estaba y era verlo cotidianamente. Era el que nos llevó. Entrenar sin él fue duro. Sigue siendo duro. Cada partido que jugamos es difícil no recordarlo», dijo además Salas.
La reacción de la familia
«No los voy a perdonar, que los perdone Dios. Como el primer día, destrozada. Yo no tendría que estar acá hoy, tendría que estar en casa con mi hijo festejando mi cumpleaños», dijo a su vez la madre de Lucas antes del fallo. Mientras que el abogado de la familia, Gregorio Dalbón, destacó la condena. «Es histórico porque nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo por odio racial: lo mataron porque era negro”.
