Fernando Pérez Algaba, más conocido como «Lechuga», apareció descuartizado en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, y su crimen es un misterio. Lo único que se sabe es que el empresario tenía varias denuncias por negocios inconclusos y muchas amenazas en su teléfono celular. Sin embargo, la causa podría dar un giro porque apareció Kupper, su perro.
Se trata de un bulldog francés que el asesinado llevaba a todos lados con él, incluso en sus viajes al exterior. Se estima que estuvo con Algaba el día que cometieron el crimen contra él y la participación del canino podría ser determinante, ya que su dueño le había puesto un chip de rastreo para ocasiones de emergencia, por lo que ahora le piden a la empresa encargada de ello conocer las ubicaciones por donde estuvo el animal.
Se cree que sabiendo donde estuvo el perro en los últimos días podrían acercarse a los autores materiales del crimen o, al menos, a donde ocurrió el asesinato. El perro fue entregado a la DDI de Lomas de Zamora el sábado por la noche, luego de que una persona lo encontrara deambulando en el barrio porteño de Villa Lugano y un conocido de la víctima lo reconozca.
Cabe señalar que Kupper estaba desaparecido desde que Pérez Algada fue descuartizado en Ingeniero Budge, provincia de Buenos Aires. Una de las teorías es que el animal estaba con su dueño hasta instantes antes de ser asesinado porque la recomendación psiquiátrica que tenía el empresario era estar acompañado constantemente de su mascota frente al trastorno de ansiedad que padecía.
Las últimas ubicaciones
Pérez Algaba estaba en Ituzaingó pero su última ubicación es de General Rodríguez, donde fue a entregar una camioneta Range Rover Evoque, tal y como constataron los compradores de la unidad. El trader les dejó el vehículo y se quedó esperando a que lo pasen a buscar en otro automóvil y desde allí en adelante se desconoce qué sucedió con él.
Respecto a su mascota, cuando allanaron su casa de Ituzaingó ya no estaba y se estima que estaba con él justo antes de ser interceptado por los delincuentes. Sin embargo, eso recién se conocería en el trascurso de la semana, cuando la empresa del rastreo satelital del canino revele las ubicaciones donde estuvo horas antes del descubrimiento del cadáver.