Francia intensificará las medidas de seguridad para el festival nacional anual del Día de la Bastilla del 14 de julio, anunció este miércoles el ministro del Interior, Gerald Darmanin, después de que el país se vio afectado por disturbios tras el tiroteo mortal de la policía contra un adolescente cerca de París.
Darmanin explicó que se movilizarían 130.000 policías a partir del jueves por la noche. «Helicópteros y unidades policiales especiales, como las divisiones RAID y GIGN, también estarán en espera», agregó. Los disturbios estallaron a fines de junio después de que la policía matara a tiros a Nahel M, de 17 años, de ascendencia argelina y marroquí, cuando el joven no cumplió con una orden de detener su automóvil.
Las protestas por su muerte comenzaron en el suburbio parisino de Nanterre, donde le dispararon, y luego se extendieron rápidamente a otras ciudades importantes como Lyon y Marsella. Desde entonces, los disturbios han disminuido, pero la policía teme disturbios en la noche del feriado público del 14 de julio, conocido como el Día de la Bastilla para conmemorar el asalto a la prisión de la Bastilla en 1789, una fecha clave en la Revolución Francesa.
Sin fuegos artificiales
Los fuegos artificiales fueron una de las armas elegidas por los manifestantes durante los disturbios que estallaron tras la muerte de Nahel. «Con el fin de prevenir el riesgo de graves alteraciones del orden público durante las fiestas del 14 de julio, se prohíbe la venta, tenencia, transporte y utilización de artículos pirotécnicos y fuegos artificiales hasta el 15 de julio inclusive», informaron desde el gobierno días atrás.
La prohibición no afecta a los profesionales ni a los municipios que organicen fuegos artificiales tradicionales para las celebraciones del Día de la Bastilla. Más de 3.700 personas fueron detenidas por la policía en relación con las protestas desde la muerte de Nahel, entre ellas al menos 1.160 menores, según cifras oficiales.
