Los bancos nacionales y los extranjeros en el país nucleados en Adeba y ABA respectivamente rechazaron el proyecto de ley para mejorar la situación de los hipotecados UVA. Esta semana, la Cámara de Diputados dio media sanción. Advierten que, en caso de avanzar en el Senado, dificultará el desarrollo del crédito hipotecario en nuestro país «por muchos años».
En un comunicado conjunto al cual accedió NA, las cámaras señalaron que «más allá de las buenas intenciones, los efectos serán los contrarios a los buscados como ya sucedió con la denominada Ley de Alquileres». Los créditos UVA nacieron a finales de 2016 con un valor que apenas superaba los $14. Ahora, se encuentra por encima de los $277. Significa un aumento de 1878% frente una inflación acumulada de poco menos de 1550% en dicho período.
Las razones que dan los bancos para rechazar el beneficio a los hipotecados UVA
La primera razón que esgrimen los banqueros es la inseguridad jurídica. «Será muy difícil atraer los recursos necesarios para desarrollo del crédito hipotecario para la vivienda, en la medida que sea factible que el Congreso modifique los contratos pactados entre particulares. Esta cuestión deben tenerla en cuenta tanto los legisladores del oficialismo como de la oposición», mencionan.
Entienden que esta mediación es «uno de los pilares que necesita nuestro país para solucionar buena parte de sus problemas, particularmente los problemas económicos y más específicamente el déficit habitacional, es la seguridad jurídica. Esto es, poder confiar en los acuerdos, en el ordenamiento jurídico y en los contratos».
Por otro lado, apuntan que el tema clave a solucionar en la Argentina es la inflación. «La caída del ingreso real de muchos argentinos debido a la alta inflación es la causa de los problemas de muchos inquilinos y propietarios. También, del resto de la sociedad, no del instrumento que se creó para paliar el déficit de créditos hipotecarios. Se debe atacar el problema: la inflación».
Por otra parte llaman a utilizar los recursos del Estado de manera estratégica para llegar a sectores que no accedan al sistema financiero. Sin embargo, «difícilmente tendrán la magnitud necesaria para solucionar el déficit habitacional del país; se requiere necesariamente del capital privado. Pero el Estado puede contribuir fijando normas generales para que ese desarrollo privado encuentre un terreno más fértil y no interviniendo arbitrariamente los contratos entre privados».