El Informe Global de Monitoreo de la Educación (GEM 2023) presentado por la UNESCO demostró un impacto negativo del excesivo uso de la tecnología en el aprendizaje de los estudiantes. Diversos estudios científicos respaldan las conclusiones del informe, indicando que el uso de celulares y computadoras interrumpe el aprendizaje tanto en la escuela como en los hogares.
«Acá hay un tema de la utilización de dispositivos en el aula. Tenés unos docentes que dicen que hoy si o si lo tienen que utilizar porque sirve para estudiar y otros dicen que distrae en la clase», expresó el periodista de La Nación+, Eduardo Serenellini, y luego entrevistó a Laura Lewins, especialista en educación, para comprender en detalle el tema.
«En un mundo ideal la tecnología en el aula sería increíble, pero en un mundo real, el docente no tiene el empoderamiento que tal vez tenía hace mucho tiempo atrás. La escuela hoy atrasa y las clases muchas veces no son interesantes y el celular genera una gran adicción. Los chicos no piensan cómo utilizar la tecnología, directamente la usan, pero no todo tiene que ser tecnología en un aula«, afirmó Lewin.
«El celular está diseñado para generar altas dosis de dopamina en el cerebro, esto significa que no se puede dejar de usar porque genera una adicción. Entonces ¿Cómo hace un alumno para concentrase y llegar a niveles profundos?», comentó la consultora de instituciones educativas y oradora de TEDx dejando en claro que la opinión de UNESCO no es desacertada.
«La educación tiene que tener un carácter anticipatorio, pero nos encontramos con algo que cada vez estamos viendo con más fuerza que es la adicción que genera el celular. Hay chicos muy pequeños que necesitan tratamiento psicológico y a veces con medicamentos para dejarlo», relató la docente que escribió más de 10 libros sobre educación.
¿Prohibir el uso de celulares en la escuela o regularlos?
Estudios en Bélgica, España y el Reino Unido han demostrado que la prohibición de celulares mejora el rendimiento académico, especialmente en estudiantes con bajo desempeño. A nivel mundial, el 13% de los países ya cuenta con leyes que prohíben el uso de dispositivos en instituciones educativas, y el 14% tiene políticas para tal fin. Países de Asia Central y del Sur, como Bangladesh, Tayikistán y Uzbekistán, son ejemplos de naciones que han establecido normativas para restringir el uso de celulares en entornos educativos.
Otro aspecto relevante es la preocupación por la privacidad de los datos de los estudiantes. Frente a estas inquietudes, algunos países han decidido prohibir el uso de ciertas aplicaciones que podrían poner en riesgo la confidencialidad de la información personal de los alumnos. Dinamarca, por ejemplo, suspendió el uso de Google Workspace for Education y Chromebooks en las escuelas debido a preocupaciones sobre la protección de datos. Del mismo modo, Francia prohibió las versiones gratuitas de Microsoft Office 365 y Google Workspace, mientras que algunas ciudades de Alemania también tomaron medidas similares.
