El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, acompañó al líder norcoreano Kim Jong-un a una exhibición de defensa en la que se mostraron los misiles balísticos prohibidos de Corea del Norte. Los dos países vecinos se comprometieron a estrechar lazos, informaron este jueves los medios estatales asiáticos.
Shoigu, y una delegación china, encabezada por un miembro del politburó del Partido Comunista, llegaron a Corea del Norte esta semana con motivo del 70 aniversario del final de la Guerra de Corea, celebrado en Corea del Norte como el «Día de la Victoria».
Los misiles nucleares fueron prohibidos en virtud de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU adoptadas con el apoyo de Rusia y China. Pero esta semana sirvieron de llamativo telón de fondo para una muestra de solidaridad de tres países unidos por su rivalidad con Estados Unidos y un renacimiento de lo que algunos analistas consideran su coalición de la época de la Guerra Fría.
El ministro ruso realiza la primera visita de un ministro de Defensa ruso a Corea del Norte desde la caída de la Unión Soviética. Para la nación asiática, la llegada de las delegaciones rusa y china supone su primera gran apertura al mundo desde la pandemia del coronavirus, informó Reuters.
Kim agradeció a Vladimir Putin el envío de la delegación, afirmando que la visita había profundizado las relaciones «estratégicas y tradicionales» entre los dos países. «(Kim) expresó sus puntos de vista sobre las cuestiones de interés mutuo en la lucha por salvaguardar la soberanía, el desarrollo y los intereses de los dos países, de las prácticas prepotentes y arbitrarias de los imperialistas y por hacer realidad la justicia y la paz internacionales», publicaron los medios norcoreanos.
Corea del Norte ha respaldado al Kremlin en su guerra con Ucrania. Ha enviado armas, incluidos cohetes de infantería y misiles, en apoyo de la guerra de Rusia, según ha declarado la Casa Blanca. Corea del Norte y Rusia niegan haber realizado transacciones de armas.