"No quiero volver a equivocarme": el sincero descargo de Romina Gaetani ESPECTÁCULO El Intransigente

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«No quiero volver a equivocarme»: el sincero descargo de Romina Gaetani

La reconocida actriz se mostró muy sincera al momento de hablar delante de los oyentes.

Romina Gaetani

Directa, sincera y sin tapujos. Esas son tan solo algunas de las características de Romina Gaetani, una de las actrices más destacadas de su generación. Pero no solo ha sabido lucirse en este aspecto, sino que desde hace un tiempo también se luce como cantante, un nuevo rol en su carrera artística del cual disfruta mucho.

Así lo contó en medio de una entrevista con Catalina Dlugi en La Once Diez / Radio de la Ciudad. “Ese es el lugar en el que me permito probar sin ningún prejuicio; es como una zona de laboratorio. Y es algo que tuve muy poca oportunidad de experimentar con la actuación», manifestó la artista y explicó los motivos.

«Esto fue así porque cuando empecé a estudiar teatro con Alejandra Boero, al poquito tiempo empecé a trabajar en televisión. Con la música me estoy permitiendo ir, sin importar dónde… Que me guste. Equivocarme”, lanzó. Fue en ese momento cuando Romina Gaetani habló de su nuevo tema musical.

Un gran presente

“Arranca con una situación real. Hablo de mí en la letra, no es que hago una recopilación de un montón de historias de amigas. Y fue tal cual: entré al espacio de trabajo de un chico que me gustaba y sentí que se río, que se burló un poco y me dejó pagando… La canción después fue derivando y moviéndose en tiempo y espacio”, sostuvo.

Sin rodeos, hizo referencia a su vida sentimental. “Me estoy bancando la soltería porque no quiero volver a equivocarme. En el verano conocí a alguien y sentí que era una persona del bien. Pero, al poco tiempo dije: ‘¡Cómo me equivoqué!’. Y creo que es un gran error mío, algo que tengo que aprender”, señaló con mucha sinceridad.

“Suelo tirarme a la pileta por situaciones o por personas y me dejo muy de lado, pienso poco en mí, y después pienso: ‘¡Cómo le abrí las puertas de mi casa!’. A veces me doy cuenta a tiempo, pero otras veces no tanto. A mis 46 caigo más rápido. Soy una persona bastante intuitiva, pero no le doy mucha bolilla a mi cuerpo. Entonces, digo: ‘¡Basta! Si algo me dije que no va, no va’. Y ya no se le abre la puerta del hogar a cualquiera”, lanzó.

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