La capital de Perú amaneció este miércoles bajo medidas de seguridad excepcionales, con rejas metálicas frente a los principales edificios públicos, a la espera de nuevas protestas para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso.
En la sede del Palacio de Gobierno, en la Plaza de Armas de Lima, un cordón policial al frente de las rejas vigilaba la zona, lo mismo ocurría delante del Congreso. Estos edificios se ubican a unas cuadras de la residencia presidencial. En las autopistas Panamericana norte y sur de Lima, foco de anteriores bloqueos, policías con escudos de plástico vigilaban en las aceras el traslado normal de vehículos.
Los promotores de las protestas, grupos de izquierda y sindicatos, han anunciado por redes sociales que las marchas en Lima comenzarán por la tarde. Se espera que se movilicen miles de personas en la capital de Perú y el interior del país. «Vamos a respetar el derecho de las personas a protesta. Pero si estas se tornan violentas, haremos uso racional de la fuerza para imponer el principio de autoridad», dijo el jefe policial de Lima, Roger Pérez.
La policía ha informado del despliegue de 24.000 agentes en todo el país minero. Unos 8.000 vigilarán la capital, ante lo que los organizadores llaman «La tercera toma de Lima». En las anteriores protestas, que comenzaron en diciembre tras la destitución y arresto del expresidente Pedro Castillo, murieron 67 personas en violentos enfrentamientos, informó Reuters.
«Las manifestaciones serán contundentes en todo el país, con marchas pacíficas porque no buscaremos una confrontación con la policía», dijo Jorge Pizarro, vocero de la Asamblea Nacional de los Pueblos, uno de los promotores de la protesta. Las demandas son casi las mismas: la expulsión de Boluarte, el cierre del Congreso dominado por partidos de derecha, elecciones anticipadas y una nueva Constitución.
Aeropuertos vigilados
Representantes de ONG ambientalistas han afirmado que las protestas contarán con el apoyo de comunidades que viven cerca de una ruta que usan importantes minas en los Andes de Perú. En Arequipa, la segunda región en importancia de Perú, en el sur del país, las autoridades han suspendido las clases presenciales.
La misma medida se anunció para la región turística de Cusco y la de Tacna, en la frontera con Chile. Asimismo, el Gobierno ha informado que en los aeropuertos de Lima, Arequipa, Cusco y Puno solo se permitirá el ingreso a las personas que presenten sus boletos de embarque y documentos de identidad, para garantizar la seguridad de los viajeros.
El Gobierno, que afirma que las protestas son una «amenazan» para la democracia, ha extendido el estado de emergencia en zonas claves del país. Una medida que permite a la policía y el Ejército vigilar las regiones en conflicto. Boluarte es investigada por los presuntos delitos de «genocidio, homicidio calificado y lesiones graves» por las muertes en las protestas de principios de año.