Este lunes, Rusia suspendió su participación en el acuerdo negociado hace un año por la ONU que permite a Ucrania exportar grano a través del mar Negro, horas después de que una explosión dañara el puente ruso a Crimea, en lo que Moscú calificó de ataque de drones marítimos ucranianos.
El Kremlin dijo que no había ninguna relación entre el ataque y su decisión de suspender el acuerdo sobre cereales, que según él también debe aliviar las restricciones a las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes. «De hecho, los acuerdos del mar Negro dejaron de ser válidos hoy», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Desgraciadamente, la parte de estos acuerdos del mar Negro que concierne a Rusia no se ha aplicado hasta ahora, por lo que su efecto ha terminado», agregó. Las explosiones se registraron en la madrugada en el puente de 19 kilómetros, que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó construir después de apoderarse y anexionar la península de Ucrania en 2014.
Kiev no informó oficialmente de las explosiones. Normalmente, no comenta las informaciones sobre atentados en Crimea o en Rusia, pero mantiene desde hace tiempo que el puente se construyó ilegalmente y su uso por Moscú para suministros militares lo convierte en un objetivo legítimo. Rusia reabrió el puente después de que en octubre sufriera una explosión masiva y un incendio, informó Reuters.
Sin acuerdo
La suspensión por Rusia del acuerdo sobre los cereales del mar Negro podría hacer subir los precios de los alimentos en todo el mundo, especialmente en los países más pobres. Kiev y Moscú figuran entre los mayores exportadores mundiales de cereales y otros productos alimenticios.
El acuerdo sobre los cereales fue aclamado como la prevención de una emergencia alimentaria mundial cuando fue negociado por las Naciones Unidas y Turquía el año pasado, poniendo fin a un bloqueo de facto de los puertos ucranianos por parte de Rusia, que accedió a dejar pasar los barcos después de las inspecciones en Turquía.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, poderoso patrocinador del acuerdo, explicó que seguía creyendo que Putin quería que continuara. «Los ministros de Asuntos Exteriores ruso y turco hablarían más tarde el lunes. Espero que con esta conversación podamos hacer algún progreso y continuar nuestro camino sin una pausa», agregó.
Rusia aceptó tres veces el año pasado prorrogar el acuerdo del mar Negro, a pesar de haber amenazado repetidamente con retirarse. A finales de octubre del año pasado suspendió brevemente su participación tras un ataque a su flota por parte de drones ucranianos transportados por mar, lo que dio lugar a unos días en los que Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas mantuvieron las exportaciones en el marco del acuerdo sin Moscú.