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MUNDO

Se intensifica la ola de calor en el hemisferio norte

Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas corren especial riesgo.

La ola de calor que azota el hemisferio norte se intensificará esta semana, provocando una subida de las temperaturas durante la noche y un mayor riesgo de infartos y muertes, anunció este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La OMM advirtió de que la ola de calor estaba en sus primeras fases. Agregaron que se esperaba que las temperaturas en América del Norte, Asia, el norte de África y el Mediterráneo superaran los 40° C «durante un número prolongado de días esta semana, a medida que se intensifique la ola de calor». «Esto podría significar temperaturas nocturnas que rondarían los 30° en algunas zonas esta semana», dijo.

«Las altas temperaturas nocturnas repetidas son especialmente peligrosas para la salud humana, porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor sostenido. Esto provoca un aumento de los casos de infarto y muerte», expresó John Nairn, asesor principal sobre calor extremo de la OMM. Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas corren especial riesgo.

Según los expertos, más de 60.000 europeos podrían haber muerto en las olas de calor del año pasado, a pesar de contar con algunos de los mejores sistemas de alerta temprana del mundo, informó Reuters. La agencia meteorológica de la ONU dijo que era posible que se batieran nuevos registros en los próximos días.

La anterior máxima europea fue de 48,8º C alcanzada en Sicilia en agosto de 2021. El récord mundial es de 56,7º C en el Valle de la Muerte, California, en julio de 1913, según la OMM. «La ola de calor mediterráneo es grande, pero nada que ver con lo que ha pasado por el norte de África», agregó Nairn. «En este momento se está desarrollando hacia Europa. Estamos en las primeras fases de esta ola de calor», explicó.

Preguntado sobre si la actual ola de calor se debe al cambio climático, Nairn calificó de inusuales los sistemas meteorológicos «aparcados», que se mueven lentamente. «Estos no son los sistemas meteorológicos normales del pasado. Hay que reparar el clima para cambiarlo», afirmó.