La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, llegó este jueves a China con el objetivo de encontrar áreas de terreno económico común y abrir canales de comunicación en medio de una relación cada vez más turbulenta entre las dos economías más grandes del mundo. Yellen se reunirá con el primer ministro chino, Li Qiang, en Beijing este viernes.
La llegada de Yellen se produce días después de que Beijing impusiera restricciones a la exportación de dos metales que son cruciales para las industrias tecnológicas clave, la última escalada en una guerra comercial que se intensificó el año pasado con los controles de exportación de semiconductores y equipos de fabricación de chips de Estados Unidos.
La funcionaria estadounidense aterrizó en China exactamente cinco años después de que el Gobierno de Donald Trump impusiera aranceles a la primera ola de más de 300 mil millones de dólares en bienes asiáticos, aranceles que el presidente Joe Biden ha mantenido a pesar de las críticas de Yellen.
«Las relaciones no han mejorado, pero EE. UU. se ha dado cuenta cada vez más, al igual que Europa, de que el grado de interdependencia económica con China es tal, que el desacoplamiento es imposible», dijo Alicia García Herrero, economista jefe para Asia Pacífico de Natixis. «Es decir, no hay salida por la puerta de atrás: se necesita diálogo», agregó, según replicó Bloomberg.
Eficacia Tarifaria
En el frente comercial, Yellen ha cuestionado la eficacia de los aranceles estadounidenses en el pasado, diciendo que contribuyen a la inflación y sugiriendo que podrían revertirse. Biden planteó brevemente las expectativas de eliminación de los aranceles hace un año, cuando dijo que estaba revisando su impacto en los precios al consumidor a medida que aumentaba la inflación, pero no salió nada de esas discusiones.
La presión económica para eliminarlos disminuyó a medida que la inflación se desaceleró, y la presión política para mantenerlos aumentó a medida que estallaron las tensiones con Beijing. Eso hace que su continuación sea el escenario más probable, dicen los analistas.
Aun así, mientras esté en Beijing, Yellen buscará encontrar puntos en común sobre otros temas. Se reunirá con altos funcionarios del gobierno chino para discutir la importancia de administrar de manera responsable la relación entre Estados Unidos y China, comunicarse directamente sobre las áreas de preocupación y trabajar juntos para abordar desafíos globales como el cambio climático y el sobreendeudamiento en las naciones más pobres.
Una prioridad clave para el Tesoro ha sido presionar a Beijing para que impulse el alivio de la deuda de los países en desarrollo, donde China se ha convertido en uno de los mayores acreedores. La visita de Yellen seguirá a un reciente acuerdo de principio para Zambia, que ella ha elogiado.
