Sergio Berni volvió a la escena política luego de que dentro de Unión por la Patria se haya determinado que Sergio Massa debía ser el candidato del consenso. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires se mostró de acuerdo con la decisión a pesar de haber tenido intenciones de postularse. Entre otras cuestiones explicó su relación con Máximo Kirchner y brindó su opinión sobre la gestión de Alberto Fernández.
El exfuncionario kirchnerista se metió de lleno en la determinación de que Sergio Massa sea el elegido por el oficialismo para las elecciones presidenciales. «Me parece que había una necesidad de consenso. Ese candidato fue Sergio Massa y nosotros somos peronistas. Los peronistas nos alineamos atrás de la voluntad del consenso, es muy claro. Estamos totalmente convencidos que si ese es el camino hay que acompañarlo», expuso en A24.
Entretanto contó su vínculo con el hijo de la vicepresidenta y mandamás de La Cámpora, Máximo Kirchner. En un momento las diferencias fueron tan grandes que estuvieron muy cerca de terminar a los golpes, según allegados. De todos modos sostuvo que es parte de la política: «El que no discute en la política es porque no le corre sangre por las venas y se no le corre sangre por las venas, que se dedique a otra cosa. La política es el arte de transformar la realidad. El día que no discuta, me tengo que ir. En los cementerios no se discute«, indicó.
También analizó la presidencia de Alberto Fernández y recordó que siempre estuvo en desacuerdo que sea el elegido por Cristina Kirchner. Asimismo negó estar arrepentido de tildarlo de «tío borracho»: «Yo siempre digo lo que pienso y no me arrepiento. No tengo nada que hablar, pero no es de un lugar caprichoso. Lo decía cuando tenía 90% de imagen positiva. Me brotó del corazón y cuando brota del corazón tiene algún sentido. No creo que lo recuerden con mucha trascendencia«
Hace algunos meses Sergio Berni estuvo en el centro de la escena luego de que colectiveros, enojados por el asesinato de un chofer, lo agredieran en medio de una manifestación. Pese a la golpiza, el ministro bonaerense desistió por seguir con la causa iniciada por la Justicia: «Al otro día acepté las disculpas como cristiano que soy. A la Justicia les expliqué que, con las disculpas, era más que suficiente para reparar el daño que hicieron», confesó.
«Los que estamos todo el día en la calle, estamos expuestos a estas cosas y permanentemente pasan. El que tiene voluntad de estar en el lugar para solucionarlo, pasan. Yo no estoy en la cómoda de estar con el aire acondicionado en su oficina», justificó respecto a lo acontecido con los colectiveros.