En el Gobierno nacional han comenzado con la campaña rumbo a las elecciones presidenciales. El candidato de Unión por la Patria es Sergio Massa, quien a pesar de su pésima gestión en el Ministerio de Economía, fue electo por Cristina Kirchner como la mejor alternativa para conservar la unidad entre peronismo y kirchnerismo, las dos facciones mayoritarias del espacio. En este marco, Viviana Canosa cargó contra ambos.
La periodista sostuvo que esta es una relación ficticia que únicamente se sostiene por conveniencia política y personal de cada funcionario, a quienes les dijo que están «rascando el fondo de la olla». «No quieren perderse ninguno de sus privilegios. No están dispuestos a renunciar ni a las cajas ni al poder. Son patetismo total. Cristina Kirchner y Massa son enemigos. Él le dijo chorra y ella que era un hijo de su madre que tenía vínculos con el narcotráfico como mínimo», recordó.
«A ellos no los une el amor, los une el espanto. Se desconfían y saben que uno de los dos va a traicionar al otro. Están rascando el fondo de la olla, la mechera se aseguró que gane quien gane tiene impunidad y el indulto garantizado. Rossi y Grabois lo dijeron, algo que el potus no se animó», adelantó la conductora televisiva en su editorial de LN+.
En este sentido, Viviana Canosa remarcó que el gran objetivo de la vicepresidenta de la Nación es quedar «impune» de las causas judiciales en su contra. De ganar alguien de su facción buscarán indultarla, una alternativa que se evaluó en diciembre pasado pero que Alberto Fernández no tomó porque dejó que la Justicia se encargue de este hecho.
«Grabois y Rossi lo van a hacer. Massa no lo contó aún. Ella sabe que gane quien gane tiene la impunidad que el potus no le quiso dar. Es lo único en lo que Massa y Grabois van a estar de acuerdo. En Unión por la Patria está caliente. Juan XXII está enojado por el juego sucio del rey de la extorsión», afirmó la conductora sobre la otra lista del oficialismo.
Archivos para todos
Seguido a esto, la periodista comenzó a pasar material de archivo, en especial de 2015, en el que la exmandataria y el ministro de Economía se tiraban dardos. Desde el lado del exintendente de Tigre la acusaron de mandar personas a entrar a su casa, a robar y a apretarlo junto a su familia, además de que prometió «meterla presa» y «barrer a los ñoquis de La Cámpora». Desde el lado K, tildaron de traidor al dirigente que ahora defienden con uñas y dientes en su candidatura.
