El Kremlin afirmó este lunes que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunió con el jefe de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, el 29 de junio, cinco días después de que el grupo marchara hacia Moscú en una efímera rebelión. El conflicto se resolvió con la mediación del mandatario bielorruso, Aleksandr Lukashenko.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a los periodistas que Putin invitó a 35 personas a la reunión, incluidos comandantes de unidades, y que duró tres horas. «Los comandantes de Wagner dijeron a Putin que eran sus soldados y que seguirían luchando por él», afirmó Peskov.
El breve motín liderado por Prigozhin, en el que los combatientes de Wagner tomaron el control de la ciudad meridional de Rostov del Don, supuso para Putin el mayor desafío a su control del poder desde que asumió el cargo de líder de Rusia el último día de 1999.
Desde entonces, Putin ha dado las gracias a su ejército y a sus servicios de seguridad por haber evitado el caos y la guerra civil. Prigozhin ha declarado que el motín no pretendía derrocar al Gobierno, sino «llevar ante la justicia» a los jefes del ejército y de defensa, por supuestos errores garrafales y actuaciones poco profesionales en Ucrania, informó Reuters.
Prigozhin debía marcharse a Bielorrusia según los términos del acuerdo, pero Lukashenko dijo la semana pasada que estaba de vuelta en Rusia y que los combatientes de Wagner aún no habían aceptado la oferta de trasladarse a Bielorrusia, lo que plantea dudas sobre la aplicación del acuerdo.
El general ruso de alto rango reaparece tras el motín fallido
Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, fue mostrado por el Ministerio de Defensa escuchando un informe sobre los ataques con misiles ucranianos, su primera aparición en público desde el motín fallido del 24 de junio.
El Ministerio de Defensa dijo que las imágenes mostraban a Guerásimov en una reunión el domingo. Sentado en una sala de mando militar en un asiento de cuero blanco, hablando con altos generales y dando órdenes, incluso, al jefe de la inteligencia militar (GRU).
«El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, general de ejército Valeri Guerásimov, encomendó al jefe de la Dirección Principal de Inteligencia y a los responsables del puesto de mando del grupo combinado la tarea de organizar un trabajo sistemático para identificar los lugares de almacenamiento y entrenamiento, así como las posiciones de lanzamiento de misiles S-200 y armas de ataque enemigas similares, y planificar su derrota preventiva», declaró el Ministerio de Defensa.