Sincera, directa y contundente. De esta manera es como se muestra Fabiana Liuzzi cada vez que tiene que hablar sobre su hijo menor Antonio, el pequeño que tiene en común con Luis Ventura. Esta vez, se hizo presente en «Nosotros a la Mañana», el programa que lleva adelante el Negro Oro a través de la pantalla de Canal Trece.
Allí, no dudó en hablar sobre el diagnóstico del pequeño. «Lo llevo con mucha felicidad el crecimiento de Antonio. Los tratamientos son la base de toda patología… Su actual neurólogo me dijo: tu hijo no tiene TEA. Él tienen ECNE (Encefalopatía Crónica No Evolutiva) que son las pequeñas cicatrices del lado izquierdo de su cabecita, donde está justamente lo que digita el habla, por eso le está costando», comenzó formando.
«Con cero hipocresía te lo digo, yo siempre a Toni lo tomé como una bendición y lo vivo así diariamente. Gracias porque me tocó a mí un ángel tan hermoso. En lo cotidiano es un niño dócil, fácil de llevar», aclaró Fabiana Liuzzi en torno al día a día con Antonio. Sin embargo esto no fue todo, ya que decidió sincerarse como nunca antes.
Orgullosa
«No voy a ser falsa, soy un ser humano y obviamente que hay momentos, no con él, con todo niño, en el que decís ‘ay por favor, ya quiero acostarme’. Pero vos siendo mamá, con el amor de mamá, tenés una mirada distinta hacia tus hijos, con Antonio todo es distinto, pero lo tomo con alegría, paciencia, dedicación y con todo el amor del mundo», reveló.
«Yo podría decir: contrato a dos personas que se ocupen de Antonio todo el día y no lo hago porque yo no quiero. ¿Me canso? Sí, porque soy un ser humano. ¿Lo quiero delegar? No. El cariño que nos trasmite la gente es enorme y sinceramente los que opinan mal, yo directamente no los termino de leer y borro el mensaje. Yo estoy con mis energías en él, para recibir buena onda, para que nuestras vidas sean de felicidad y armonía», afirmó sobre su hijo fruto de su relación con Luis Ventura.
«Todos los que nos quieran devolver cosas feas, están fuera de mi vida. Agradezco que esté vivo él, porque realmente fue un milagro. Él nació de seis meses y medio, pesaba un kilo. A partir de ahí nació otra Fabiana, una Fabiana que cree en otras cosas, valora las cosas sencillas y simples de la vida. Al que le molesta que mi hijo esté acá, lo lamento, estoy orgullosa del hijo que tengo sin ningún tipo de traumas», sentenció Fabiana.