El hijo mayor del presidente de Colombia, Gustavo Petro, admitió el ingreso de dineros ilegales a la campaña política que llevó a su padre al poder en las elecciones del año pasado, dijo el jueves el fiscal a cargo del caso, provocando un escándalo político en el que el mandatario descartó su eventual renuncia.
Nicolás Petro Burgos, de 37 años, fue capturado el sábado en la ciudad de Barranquilla junto con su exesposa Daysuris del Carmen Vásquez, quien en marzo aseguró que dos personas acusadas de tener vínculos con el narcotráfico le entregaron a su entonces cónyuge dinero en efectivo para apoyar la campaña presidencial del actual mandatario.
«Petro Burgos aportó información relevante que hasta el momento la Fiscalía General de la Nación desconocía, entre ellos, (…) acerca de la financiación de la pasada campaña presidencial del actual presidente, doctor Gustavo Petro Urrego, y de los dineros que ingresaron a esa campaña», dijo el fiscal Mario Burgos en una audiencia.
El juez que investiga al hijo del presidente por lavado de activos y enriquecimiento ilícito decidirá si lo envía o no a una prisión en la misma audiencia. Según el fiscal, el dinero que admitió haber recibido el hijo del presidente al parecer superó los límites autorizados y una parte no habría sido reportado a las respectivas autoridades electorales, informó Reuters.
Gustavo Petro seguirá en el cargo
En medio del escándalo que provocó la declaración de su hijo ante, el presidente anunció que permanecerá en el cargo hasta el 2026, cuando termina su periodo de Gobierno. «No hay nadie que pueda terminar con este Gobierno, que no sea el pueblo mismo. El pueblo mismo dio una orden por mayoría en las urnas electorales, nos vamos hasta el año 2026. El mandato popular se respeta, el pueblo se respeta», aseguró.
Petro negó versiones, según las cuales su hijo Nicolás habría dicho ante la fiscalía, que él sabía del ingreso de dinero ilegal a su campaña política. «El presidente de la República jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos o sus hijas el delito para ganar, ni para financiar campañas, ni para nada que tenga que ver con el poder», afirmó en un discurso en la ciudad de Sincelejo, la capital del departamento de Sucre, en el norte del país.
Si bien Vásquez, la exesposa de Nicolás, dijo inicialmente que el presidente no estuvo al tanto de esa situación, el escándalo podría obstaculizar la búsqueda de acuerdos de paz y rendición del Gobierno de Petro con los grupos armados ilegales, así como su ambiciosa agenda de reformas sociales.
Nicolás Petro podría ser condenado a entre 12 y 20 años de prisión de ser condenado en juicio, según abogados expertos en derecho penal. Aunque inicialmente el hijo del presidente no aceptó cargos, su decisión de colaborar con la justicia lo podría beneficiar con una reducción significativa de su sentencia, explicaron expertos.