La vicepresidenta Cristina Kirchner, como bien se ha difundido en distintos medios, cobra una pensión doble equivalente a 129 jubilaciones mínimas, posee un departamento en Recoleta de más de 200 metros cuadrados y es dueña de dos hoteles en Santa Cruz. Sin embargo, según la última declaración jurada que reflotó Jonatan Viale, la expresidenta dijo tener sólo 212 mil dólares. Aunque al convertirlo en pesos es un número más que elevado, su ganancia no se compara realmente con lo que blanquea tener.
«Cristina Kirchner no tiene casa ni auto. Es una vice pobre, es indigente», ironizó el periodista en su columna editorial de Radio Rivadavia. Asimismo, deslizó que los millones de dólares que la exjefa de Estado ahorró durante la «derecha macrista» fueron repartidos entre sus hijos Máximo y Florencia. Mientras tanto, Lázaro Báez tiene 1400 propiedades y Fabián Gutiérrez, exsecretario, supo tener 36 bienes raíces.
«Pero Cristina tiene solamente 200 mil dólares, así que me parece que la tenemos que ayudar. En definitiva, como dijo Guillermo Moreno, es de clase media», volvió a burlarse Jonatan Viale. De esta forma, una y otra vez el kirchnerismo se presenta «como un movimiento político que defiende la pobreza, pero son todos ricos».
La doble moral kirchnerista
Al repasar los bienes de Máximo Kirchner y las contradicciones de funcionarios que ahorran en dólares e insultan porque el otro ahorra en dólares, el politólogo enfatizó en la doble moral kirchnerista presente. «Te castigan por ahorrar, te castigan por trabajar, te castigan por ser de clase media, pero ellos hacen lo que quieren», mencionó.
Un ejemplo que ya bordea el escándalo es la declaración jurada que realizó el matrimonio Massa, de apenas 75 mil dólares. Sin embargo, sus amigos más cercanos tienen campos, mansiones y bienes de lujo que superan por creces este patrimonio.
Ahora bien, a pesar de las simulaciones, las agresiones y las chicanas, el kirchnerismo en general está desesperado. Hasta ahora, si se toman en cuenta los resultados de las elecciones provinciales, el oficialismo ha perdido puntos en casi todos los distritos en comparación con 2019. Sin embargo, el mayor miedo de Sergio Massa es Juan Grabois, su contricante en la interna a quien tendrá que enfrentarse para poder ganarle a sus verdaderos oponentes.