Julio fue el mes más caluroso en Cuba desde 1951, informaron las autoridades, con temperaturas en tierra y mar que se dispararon y han puesto más tensión sobre la inestable red eléctrica del país caribeño, además de presionar los frágiles recursos oceánicos.
«La temperatura promedio en julio alcanzó los 29.1°», confirmó el Centro de Clima del Instituto Meteorología de Cuba. El récord precedente en la isla caribeña, conocida por sus veranos sofocantes, era de 29,04 grados en agosto de 2020. Según los expertos en clima, el récord más notable ocurrió el 22 de julio con 39° C en el poblado de Jucarito, en Granma.
Las temperaturas de la superficie del mar también han subido alrededor del Caribe y el Océano Atlántico tropical, según especialistas cubanos, lo que hace esperar el desarrollo de más tormentas tropicales y huracanes hasta noviembre. Los meteorólogos cubanos esperan 13 tormentas con nombre durante la temporada de huracanes de este año, un poco más que un pronóstico de mayo de 11.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) advirtió a principios de este mes que las aguas más cálidas alrededor de Florida podrían sobrecargar las tormentas tropicales y los huracanes, que acumulan más energía sobre las aguas más cálidas, informó Reuters.
El océano templado alrededor de Cuba también contribuye a mantener las temperaturas nocturnas sobre la tierra incómodamente cálidas en la isla, privando a los residentes del sueño y aumentando las tensiones en un país ya afectado por la escasez de alimentos, combustible y medicamentos.
La creciente frecuencia e intensidad del clima severo, tanto en la tierra como en los océanos, es un síntoma del cambio climático global impulsado por el hombre, que está alimentando los extremos, dicen los expertos en el campo. Se espera que las olas de calor persistan hasta agosto.