El papa Francisco llega a Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud MUNDO El Intransigente

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El papa Francisco llega a Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud

En Lisboa, se han montado enormes escenarios, se han instalado pantallas y se han pegado carteles con el rostro de Francisco por toda la ciudad.

Este miércoles, el papa Francisco aterrizó en Lisboa para asistir a un encuentro mundial de jóvenes católicos que se celebra a la sombra del enorme escándalo de abusos sexuales por parte del clero de Portugal y de las críticas por el aumento de los costes del evento.

Cientos de miles de jóvenes de todo el mundo han acudido a Lisboa para dar la bienvenida a Francisco, cuyo avión, que también transportaba a su séquito ya periodistas, aterrizó en la base aérea militar Figo Maduro de Lisboa. Su primera parada será una ceremonia de bienvenida ofrecida por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, en el palacio presidencial de Belém.

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fue ideada por el difunto Papa Juan Pablo II para los jóvenes católicos adolescentes o veinteañeros y se celebra cada dos o tres años en una ciudad diferente. Esta será la primera desde 2019 debido a la pandemia del coronavirus. Francisco, de 86 años, realiza su primer viaje desde una operación intestinal en junio y utiliza silla de ruedas y bastón.

En Lisboa, se han montado enormes escenarios, se han instalado pantallas y se han pegado carteles con el rostro de Francisco por toda la ciudad. El evento en Portugal, un país con un 80% de su población católica, ocurre menos de seis meses después de que un informe de una comisión portuguesa afirmara que al menos 4.815 menores sufrieron abusos por parte del clero —en su mayoría sacerdotes— durante siete décadas, informó Reuters.

«Habrá jóvenes de todo el mundo y la realidad (de los abusos) está presente en todos los continentes», dijo Filipa Almeida, de 43 años, quien sufrió abusos de un sacerdote cuando tenía 17 años. «Es una gran oportunidad para que la Iglesia haga algo», dijo Almeida, cofundadora de Coração Silenciado (Corazón Silenciado), una asociación que ayuda a víctimas.

Se espera que Francisco se reúna en privado con víctimas de abusos. Horas antes de la llegada de Francisco, se golpea en Lisboa una enorme valla publicitaria para concienciar sobre los abusos del clero. Algunos portugueses han criticado los costes del evento en uno de los países más pobres de Europa Occidental, donde millones de personas tienen dificultades para llegar a fin de mes debido a los bajos salarios, la inflación y la crisis inmobiliaria.

El gobierno local de Lisboa ha rechazado las acusaciones de partidos políticos y grupos de defensa de los derechos de que está retirando a los sin techo de las calles de la ciudad. Francisco también visitará Fátima, la ciudad al norte de Lisboa, donde la Iglesia cree que la Virgen María se apareció a tres niños pastores pobres en 1917.

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