Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los periodistas deportivos más importantes de nuestro país. Y es que Emiliano Pinsón ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público que lo sigue desde hace años. Esta vez, se hizo presente en “DDM”, el programa que lleva adelante Mariana Fabbiani a través de la pantalla de América TV.
Sin tapujos, contó cómo convive con el mal de Párkinson que padece. “¿Cómo es vivir con una enfermedad que no tiene cura? Más de 100 mil personas en Argentina tienen Parkinson, la enfermedad neurodegenerativa más importante que hay en el mundo. Después de que fui asumiendo y de que fui contando, ya lo hago un poco más público y lo enfrento porque hay mucho desconocimiento y temor. Es una enfermedad que asusta”, comenzó asegurando.
“Cuando me enteré, en febrero del 2021, estaba laburando en ESPN y sigo laburando ahí. Por suerte, en el trabajo me han bancado y me han dado más laburo. Te agarra miedo porque cuando sabés que tenés Parkinson, te preguntás si te dejarán seguir porque se piensa cualquier cosa. Seguro, va a sonar raro, pero yo, sin Parkinson, no sería el tipo que creo que soy hoy. Sinceramente, me creo un tipo más sabio; me hizo crecer, ponerme del otro lado. Me puse a pensar cosas que tal vez jodían a la otra persona y ahora, por lo menos, tenés ese segundo de reflexión o de pensar. A mí me pasó eso”, lanzó.
Cómo tomó el diagnóstico
Sin tapujos, Emiliano Pinsón decidió ir por más. “Fue un cachetazo. Yo laburaba a la noche y después muy temprano a la mañana en la radio, y me estaba costando dormir; dormía muy poco. Yo hacía deportes, jugaba al fútbol los fines de semana. Un día no pude gambetear y me caía. Y digo: ‘¿Qué me pasa? Tengo estrés’. Me hicieron unas pruebas y me dio pésimo. Y me dicen: ‘Andá a Movimientos Anormales’. Fui. La neuróloga me hizo caminar, me hizo tocar la nariz. Y me dice: ‘¿Sabés lo que tenés?’. ‘¿Estrés?’, le digo yo. ‘No, Parkinson’, me respondió”, aclaró.
“Cada paciente es diferente, una cosa es como me lo tomo yo, y otra cómo se lo toma otro. Un tipo que es hipocondríaco, seguramente lo va a pasar peor que yo. Obviamente, fue un shock, pero la segunda vez fue la que más me hizo ruido porque yo no tenía síntomas. Cuando voy la segunda vez, yo estaba motivado para pelear para ser el de antes. ‘No, Emiliano el de antes no sos más. Olvidate de ese Emiliano’. Me despedí de ese Emiliano”, dijo sobre la forma en la que él lleva su enfermedad.
“Por supuesto que no la pasé bien, pero es lógico. Yo pasé momentos feos, de llorar todo el tiempo, pero empecé a notar cosas que me pasaban. Se te seca la boca, uno de los dos lados del labio te empieza a fallar, anda un poquito mal, tengo más rigidez en las piernas. El Indio Solari tiene el mismo Parkinson que el mío. A veces no te podés dar vuelta en la cama, atarte los cordones te tarda diez minutos. Hay cosas muy generales y otras muy personales. Todo lo que es motricidad fina, como por ejemplo el cierre, es terrible… corbatas o secarme la espalda es todo un tema”, sentenció.