Este martes, el presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció que su gobierno no insistirá en un rechazado proyecto de reforma tributaria. Por lo que impulsará nuevas iniciativas para levantar los fondos necesarios para atender algunas de sus prometidas propuestas sociales.
En junio, el izquierdista había dicho que su gobierno insistiría a fines de julio en el Senado para retomar la tramitación legislativa del ajuste impositivo. A través de un nuevo Pacto Fiscal, Boric dijo que las propuestas en materia de gasto involucran recursos por 8.000 millones de dólares para financiar programas como la Pensión Garantizada Universal, reducción de listas de espera en salud, así como mayor inversión en seguridad ciudadana.
«Esta propuesta considera el aporte que hace el crecimiento, la reforma del estado, el fortalecimiento de la fiscalización tributaria y los impuestos pagados por los sectores de mayores ingresos para poder financiar de esta manera los gastos sociales que son urgentes», expresó en un discurso televisado.
«No vamos a insistir en el Senado con el proyecto que fuera anteriormente rechazado», agregó. La nueva propuesta del gobierno se dividirá en dos proyectos. Uno para mejorar el cumplimiento tributario y otro para ajustar el impuesto a la renta enfocado en quienes tienen mayores recursos, informó Reuters.
«Esta iniciativa incluirá además incentivos tributarios a la inversión, la productividad y la formalización. Así como beneficios a la clase media y un nuevo régimen a empresas de menor tamaño», detalló. Precisó que los incentivos fiscales serían equivalentes a 0,5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Entre las promesas para fomentar la inversión se prevé una simplificación en la tramitación de permisos para proyectos. El proyecto original de reforma tributaria fue rechazado en marzo por los diputados y el gobierno solamente podía insistir en su tramitación a través del Senado.
