Los grupos de ayuda en Haití respaldados por el Comité Internacional de Rescate (IRC) suspendieron temporalmente sus operaciones, incluidas algunas clínicas sanitarias móviles, tras días de extrema violencia en algunas zonas de Puerto Príncipe, la capital del país.
«En cuestión de días, la violencia se intensificó drásticamente en Puerto Príncipe, afectando sobre todo a barrios en los que el IRC colabora con organizaciones locales para prestar servicios vitales», declaró el grupo humanitario. El IRC puso en marcha su plan de respuesta en Haití en diciembre y trabaja con varios grupos locales en los alrededores de la capital, donde se produce gran parte de la violencia.
Desde el sábado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), calcula que cerca de 5.000 personas han huido de sus hogares de las zonas próximas a Savanes Pistaches y Carrefour Feuilles, asediado por la banda Grand Ravine. El miércoles, residentes de Carrefour Feuilles se reunieron frente al edificio del Ejército y solicitaron ayuda. Mientras que muchas familias desplazadas instalaron un refugio en una escuela local.
En un comunicado, el Gobierno haitiano dijo que la policía desplegaría «todas sus fuerzas» para restablecer el orden en Carrefour Feuilles. La policía, mal equipada, ha luchado contra bandas fuertemente armadas que han ampliado drásticamente su territorio desde el año pasado. Sus guerras territoriales han provocado desplazamientos masivos, una grave escasez de alimentos, asesinatos, secuestros y violencia sexual en las zonas bajo su control, informó Reuters.
El Gobierno haitiano solicitó en octubre ayuda extranjera urgente en materia de seguridad. Pero no obtuvo respuesta hasta que Kenia intervino el mes pasado, ya que muchos países desconfiaban de apoyar al gobierno no electo del primer ministro Ariel Henry, considerado corrupto por muchos.
Tras una evaluación sobre el terreno en las próximas semanas, el plan debería someterse a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU. El IRC explicó que incluso donde sus organizaciones asociadas estaban trabajando para seguir prestando servicios. Los bloqueos de carreteras instalados por bandas guerrilleras impedían a los residentes acceder a ellos.